La Universidad Católica de Valencia concede su Medalla de Oro a la Congregación de Hermanas de la Caridad de Santa Ana

La Universidad Católica de Valencia (UCV) ha otorgado su Medalla de Oro a la Congregación de Hermanas de la Caridad de Santa Ana, en reconocimiento a su incansable labor en favor de los más necesitados. Esta distinción cobra un significado especial para nuestra comunidad, ya que coincide con el 130 aniversario del Hospital La Salud, cuya misión y espíritu nacen precisamente del carisma de la congregación.

Durante el acto, celebrado en la sede Trinitarios, el gran canciller de la UCV y arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, subrayó que “una universidad no solo forma en conocimientos, sino en el modo de vivir la profesión con entrega y vocación”, destacando que la labor de las Hermanas es un ejemplo de cómo educar y cuidar con humanidad. “Su testimonio nos interpela y nos recuerda hacia dónde queremos caminar como sociedad”, afirmó.

El rector de la UCV, José Manuel Pagán, elogió a las Hermanas como un modelo de fe vivida con generosidad y pasión: “Su entrega no se entiende sin una fe profunda y un amor sin reservas. Hoy, desde el Hospital La Salud, nos enseñan que complicarse la vida por los demás es el camino del verdadero servicio”.

Un reconocimiento que compartimos todos

Además de la Congregación, el acto también reconoció a los estudiantes con excelencia académica, a miembros del personal de la UCV con 15 y 25 años de servicio, y a quienes se han jubilado recientemente. Un homenaje cargado de gratitud por la entrega silenciosa de tantos profesionales comprometidos.

Pilar Samanes: “Seguimos llamadas a acompañar nuevas formas de sufrimiento”

La Medalla fue recogida por la hermana Pilar Samanes, directora del Hospital La Salud, quien expresó su emoción por este reconocimiento: “Nuestro carisma es ser presencia viva de la caridad y la hospitalidad. Servimos desde la fe y contemplamos al hermano herido como lugar sagrado donde habita Dios”.

Samanes también se refirió a los retos actuales: “Hoy emergen nuevas pobrezas, nuevas soledades, heridas invisibles. Como congregación y como hospital, estamos llamadas a seguir atentas, a estar presentes, a acompañar desde los valores del Evangelio, siendo sal y luz en medio del mundo”.

Desde el Hospital La Salud, agradecemos profundamente esta distinción, que sentimos como un reconocimiento a la entrega diaria de tantas hermanas, profesionales sanitarios y trabajadores que, desde hace 130 años, hacen vida el espíritu de servicio, acogida y dignidad hacia cada persona.