Como padres debemos saber que mentir no es ético y que, además, puede poder truncar la confianza que nuestros hijos tengan en nosotros.
En este sentido…, ¿es correcto que les digamos que tres Reyes Magos procedentes de Oriente, todos los años les van a traer regalos si son buenos?… ¿Son inocentes y piadosas mentiras que contamos a los más pequeños para hacerlos felices o es un camino peligroso que afecta a la capacidad de nuestros hijos a confiar en nosotros cuando sepan la verdad?
Según cuenta el Psicólogo de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Casa de Salud de Valencia, Tony Crespo, “mientras que algunos padres no se cuestionan para nada tener que mentir a sus hijos acerca de la realidad de las Navidades y de sus figuras míticas, otros piensan que no están siendo honestos con sus hijos y, van demasiado lejos matando toda la alegría de la Navidad”.
Desde el punto de vista de la psicología, explica el Dr. Crespo, “según la etapa madurativa de los niños, debemos de ser conscientes que todavía son capaces de disfrutar de la maravilla de la fantasía sin tener que intervenir nosotros con nuestras fabulaciones o cábalas”.
“Asimismo- añade- es importante saber que existen métodos más suaves entre mentir radicalmente a los niños sobre los Reyes o exponer todo el asunto como una broma cruel, y esto es mediante la alegría, el amor, el respeto y la imaginación”. “No olvidemos por encima de todo que solo se es niño una vez y por supuesto que la magia existe en ellos”, recuerda el Dr. Crespo.
Todos los niños son diferentes cuando se trata de fantasear, por ello algunos toman las cosas más en serio que otros y sienten más estas fechas como momentos de compartir y ver cómo la magia de la familia forma parte de su entorno; otros, sin embargo, ven reforzados sus sentimientos de miedo y terminan odiando estas fechas porque permanecen aterrorizados por la idea de unos hombres mayores entren en su casa por la noche cuando ellos duermen.
Según explica el psicólogo Tony Crespo “jugar con nuestros hijos puede ser una forma divertida para encauzar este tema. Podemos hablar de personajes de ficción como sus dibujos animados favoritos e ir introduciendo a “Santa Claus y a sus tres amigos los Reyes Magos”, para que no crean que hay realmente un hombre que vive en el Polo Norte con su esposa y elfos, y que monta en un trineo recorriendo el mundo”.
El espíritu de la Navidad es una oportunidad más para forjar el crecimiento de los más pequeños, afirma el Dr. Tony Crespo, “porque un día ellos serán los mismos padres, con las mismas dudas al respecto, pero con una herencia con la que guiar sus propias decisiones para con sus hijos”.
Tony Crespo, psicólogo de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Casa de Salud de Valencia