¿Mascarilla sí o mascarilla no para los entrenamientos y la práctica deportiva de los menores? Es un debate recurrente que genera distintas decisiones en las Comunidades Autónomas. Si bien en Valencia no es obligatoria, en Madrid, por ejemplo, la Comunidad ha decidido que el regreso del deporte no profesional sea con mascarilla obligatoria para todos los participantes en la actividad, aunque sea al aire libre.
Según Nacho Güemes, Responsable de la UCI y Urgencias Pediátricas de La Salud, “desde el punto de vista médico, es evidente que cuanta mayor sea la protección, mejor, pero la actividad física dificulta la respiración ya de por sí, y mucho más con la mascarilla. Que todos los niños/as tengan que hacer deporte con ella no es una medida que vaya a tener un beneficio claro de protección”.
En cuanto a los adolescentes, el uso de la mascarilla para hacer deporte puede ser hasta peligroso cuando la actividad física es ya intensa. En estos casos y si el esfuerzo es alto, además, recuerda el Dr. Güemes, “deberían someterse a un chequeo cardiológico previo para comprobar que su corazón está sano, que su “motor” funciona correctamente”.
De hecho, hasta China ha eliminado esta obligatoriedad después de la muerte de dos niños que arrastraban patologías previas que no habían detectado antes de la práctica deportiva.
“En cualquier deporte al aire libre-añade- no tiene demasiado sentido llevar mascarilla porque salvo en deportes de mucho contacto, los niños no están 15 minutos seguidos al lado de un jugador/a ni están a menos de 2 metros de forma continuada excepto si están en el banquillo donde sí deberían ponérsela”.
Según Güemes, “en deportes indoor de contacto como el baloncesto, balonmano, futbol sala… el uso de la masacrilla podría ser válido para quien la pueda tolerar como por ejemplo los porteros”.
Sin embargo, asegura, “hay otras medidas que serían mejores como por ejemplo el lavado de manos con una solución hidroalcohólica antes de empezar a entrenar o jugar e incluso el parar el entrenamiento o el partido un par o tres de veces para aplicársela, ya que mientras juegan los niños/as se tocan la cara con las manos, el balón, a los compañeros y/o rivales”.
“En general- explica Nacho Güemes- el uso de mascarilla para hacer deporte no me parece una medida útil para el esfuerzo y peligro que conlleva. Además, con una medida así se está transmitiendo a la población una vulnerabilidad que realmente, los niños/as no tienen. Eso sí, cuanto más contacto social tengan, menor debe ser su exposición a los adultos vulnerables”.
El Consejo Superior de Deportes está trabajando en un protocolo común para toda España que aúne las posturas de los territorios y de las más de 60 federaciones deportivas.