A día de hoy no hay evidencia de que el COVID-19 se transmita de madre a hijo durante el embarazo. Aún así, asegura Nacho Güemes, Jefe de la UCIP y coordinador de Urgencias Pediátricas de La Salud, “estamos realizando una vigilancia por encima de los estándares exigidos para garantizar la mayor seguridad a los pacientes”.
A pesar de que el nacimiento es espontáneo y no sabemos con certeza cuando se va a producir el parto, explica Nacho Güemes, “aproximadamente 48 horas antes de que la mamá salga de cuentas se le solicita una prueba PCR para saber por qué circuito deberá entrar cuando se ponga de parto”.
En La Salud, se mantienen circuitos diferenciados entre pacientes COVID y no COVID además de mantener estrictos protocolos de seguridad.
Si la mamá ha sido positiva, a las 24h del nacimiento, se realiza al bebé una prueba para confirmar que no ha habido transmisión maternofetal