Las estadísticas nos dicen que entre los 30 y los 50 años, cuatro de cada cinco mujeres presenta masas anormales alrededor del útero formadas por tejido muscular, conocidos como miomas o fibromas uterinos.
En muchos casos sus síntomas son inexistentes o pasan desapercibidos, pero un tercio de las mujeres diagnosticadas se ven afectadas por dolor en la pelvis, compresión en los órganos vecinos, lumbalgia, problemas urinarios y hemorragia uterina anormal. Este último es el síntoma más frecuente y aparece asociado a la existencia de miomas.
Aunque en la inmensa mayoría de los casos se tratan de tumores benignos, no están exentos de complicaciones y molestias. Pueden contribuir a los problemas de infertilidad y se han visto asociados con abortos de repetición. Cuando el mioma es maligno, se denomina leiomiosarcoma, su crecimiento es rápido y hay que vigilarlo de cerca en mujeres que ya hayan iniciado la menopausia.
Las revisiones ginecológicas son la mejor garantía de detección precoz de los miomas. Cuando se determina la necesidad de un tratamiento quirúrgico, este vendrá determinado por la sintomatología, el tamaño y localización de los miomas, el deseo de maternidad de la mujer o el estado de la menstruación de la paciente.
Es posible mantener el control sobre los miomas con tratamientos análogos a la Gn-RH, una hormona cuya función consiste en regular la producción de gonadotropinas, indispensable para el correcto funcionamiento del aparato reproductor masculino y femenino. Este tratamiento reduce la cantidad de estrógenos y disminuye el tamaño de los miomas. Presenta efectos secundarios similares a la menopausia y cuando se interrumpe, los miomas vuelven a crecer.
Los avances tecnológicos permiten la evolución de las técnicas quirúrgicas, llevando la cirugía laparoscópica a un nivel superior.
La miomectomía robótica Da Vinci, es un tipo de miomectomía laparoscópica, mínimamente invasiva con la que extirpar los fibromas uterinos. Con la miomectomía robótica puedes tener menos pérdida de sangre, menos complicaciones, una hospitalización más corta y un retorno a las actividades cotidianas más rápido que con la cirugía abierta.
Se trata de una herramienta tecnológica avanzada que los cirujanos de La Salud ya tienen a su disposición para tratar cierto tipos de fibromas, como los que se encuentran dentro de la pared uterina o que se proyectan hacia el exterior del útero. También es ideal para miomas más pequeños o en una cantidad reducida. Las pequeñas incisiones que se realizan en la miomectomía robótica Da Vinci consiguen que el procedimiento tenga mejores efectos con los fibromas uterinos más pequeños, que son los más fáciles de extraer.
La miomectomía robótica puede ser una forma segura y eficaz de aliviar el dolor y solucionar definitivamente toda la problemática que produce esta enfermedad en la salud de las mujeres que la padecen.