La hiperhidrosis se produce por un fallo del sistema nervioso simpático, originando que el organismo produzca más sudor del que necesita para regular la temperatura corporal. Muchas personas que presentan esta enfermedad ven afectada su calidad de vida y sienten pérdida de control sobre ella ya que la transpiración se presenta independientemente de la temperatura y del estado emocional. Esta alteración suele iniciarse en la infancia o la pubertad y normalmente, si no es atendida correctamente, dura toda la vida.
Habitualmente, la persona que padece hiperhidrosis suele, de entrada, consultar con el dermatólogo ya que en sus formas más severas puede provocar hongos, descamación, mal olor, irritación y pigmentación de la piel. Este especialista puede tratar los casos leves con tratamientos tópicos y los casos moderados con toxina botulínica. Ahora bien, para casos con mayor afectación o rebeldes al tratamiento médico, la simpatectomía torácica se ha confirmado como tratamiento definitivo frente a la hiperhidrosis primaria, y éste debe ser realizado por un cirujano torácico con técnicas mínimamente invasivas.
El Hospital Casa de Salud acaba de incorporar a su cartera de servicios una Unidad de Hiperhidrosis liderada por el Dr. José Galbis cirujano torácico y que trabaja conjuntamente con el servicio de Dermatología para la evaluación de casos más leves.
Problema emocional y social
Según las regiones afectadas por exceso de transpiración, se distinguen: sudoración palmar, sudoración plantar, sudoración axilar y sudoración facial.
La hiperhidrosis tiene una repercusión importante sobre la calidad de vida de quienes la padecen. “Se puede convivir con ella, pero a menudo puede causar estrés emocional, dificultando en ocasiones la vida personal, laboral y social del paciente provocando a su vez que se vuelva un círculo vicioso pues la necesidad de sentirse “seco” (sobre todo en hombres) y la preocupación de oler mal (sobre todo en mujeres) provoca más estrés del que ya se tiene ante una situación social y por lo tanto mayor sudoración”, explica el Dr. Galbis.
En los casos más graves el exceso de sudor provoca que las personas se vuelvan retraídas y rehúyan la actividad social hasta el punto de evitar situaciones en las que necesitan entrar en contacto con otros o derivar en causa de fobia social. Sin embargo y curiosamente, es la necesidad de evitar el saludo de manos el motivo que acaba empujando a muchas personas a buscar tratamiento.
Cirugía videotoracoscópica: mínima incisión, mínimo dolor
La simpatectomía es una operación que se realiza bajo anestesia general y que secciona algunos de los ganglios de la cadena del sistema simpática, ubicada al interior del tórax, en paralelo a la columna vertebral, para dar solución a la hiperhidrosis o sudoración excesiva de cara, manos y axilas.
“Para ello – explica en Dr. Galbis- se utiliza un canal de trabajo a nivel de axila de longitud menor de un par centímetros. Por él se introduce una cámara de vídeo y el bisturí que seccionará los ganglios responsables de la hiperhidrosis o sudoración excesiva de la región anatómica concreta”.
La intervención dura unos 10 minutos y conlleva una estancia hospitalaria de 24 horas en la mayoría de los casos. El dolor postoperatorio es leve y se maneja con analgésicos habituales, pudiendo recuperarse la vida normal en unos días. Los resultados son excelentes, especialmente en el caso de las palmas de las manos y muy buenos en el caso de las axilas.
Se estima que el 1% de la población padece hiperhidrosis primaria; afecta de igual manera a hombres y mujeres. Hasta el 40% de los afectados tiene otro miembro de la familia con el mismo trastorno, factor que configura la hiperhidrosis como enfermedad hereditaria.
La efectividad de la técnica actual está fuera de toda duda: 99 % de efectividad para aliviar totalmente la sudoración profusa en las palmas de las manos, más de un 90 % para la sudoración facial y más de un 80% para sudoración axilar; el resultado es inmediato y definitivo.
No existe un tratamiento quirúrgico adecuado para el exceso de sudoración en los pies, si bien al tratar las manos o axilas suele producirse una mejoría de las plantas también, aunque el mecanismo fisiopatológico no es bien conocido.
Ocasionalmente, puede producirse un aumento de sudoración en otras zonas del cuerpo (hipersudoración compensatoria), principalmente espalda, abdomen o muslos, necesaria para eliminar el sudor del organismo. Dicha hipersudoración compensatoria es bien tolerada y debe entenderse como necesaria para la termorregulación del organismo