La insuficiencia renal se produce cuando los riñones pierden la capacidad de filtrar los deshechos de la sangre. A veces no presenta síntomas, pero hay que acudir a un nefrólogo de forma inmediata si disminuye el volumen de orina excretado (diuresis), hay retención de líquido, se hinchan las piernas, los tobillos o los pies, hay falta de aire, mucha fatiga, desorientación, náuseas, debilidad, dolor u opresión en el pecho.
La insuficiencia renal tiene un pronóstico complicado y va a requerir diálisis o un trasplante de riñón.
La diálisis es un proceso de filtrado de la sangre por el cual se extraen de forma artificial las toxinas y el exceso de agua tras la pérdida de la función renal.
Lo más habitual es tener que realizar el tratamiento unas tres veces a la semana durante 3 o 4 horas en un centro u hospital especializados. En consecuencia, las limitaciones son considerables y provocan un cambio importante en la vida de los pacientes, entre otros, por ejemplo, tener que viajar a lugares donde pueda continuar con el tratamiento los días que le corresponden. En este sentido y para ayudar a las personas con esta patología que viajan a Valencia, el hospital La Salud, es el único hospital privado en Valencia que cuenta con una unidad ambulatoria de Hemodiálisis. Está equipada con tecnología de última generación, dispone de producción de agua ultra pura y ofrece posibilidad de realización de hemodiafiltración en línea.
Normalmente, la insuficiencia renal es consecuencia de una enfermedad renal crónica cuyas causas más comunes son la diabetes y la hipertensión arterial. Es importante, en este sentido, el azúcar en sangre y bajar el colesterol, así como control de factores de riesgo cardiovascular.
El control de la presión arterial es fundamental siempre, pero más si cabe en estos pacientes porque distintos estudios han evidenciado que el control de la hipertensión es clave para ralentizar la progresión de la enfermedad renal crónica
La ERC afecta a uno de cada 7 adultos en España, una prevalencia más elevada que la estimada en estudios previos en nuestro país y similar a la observada en Estados Unidos. El número de personas que sufre esta patología ha crecido casi un 30% en los últimos diez años, hasta situarse en 1.284 pacientes por millón de población (pmp), en 2017 (frente a los 994 pmp de 2008). Asimismo, la incidencia (nuevos casos) ha crecido en los últimos diez años un 10% (de 128 pmp a 141 pmp).
La ERC afecta particularmente a los varones, a personas de edad avanzada o con alguna enfermedad cardiovascular.
La mortalidad derivada de esta enfermedad ha crecido también casi un 30% en la última década en España (2006-2016), y de seguir su ritmo actual de crecimiento, se convertirá en la segunda causa de muerte en pocos años. A nivel global, afecta a unos 850 millones de personas y que causa al menos 2,4 millones de muertes al año.
En España más de 60.000 personas con ERC que están en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS), es decir, requieren de hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante para sustituir la función de sus riñones.