Según datos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), aproximadamente el 75% de las mujeres presentará al menos un episodio de vulvovaginitis sintomática a lo largo de su vida. Entre el 40% y el 50% de estos casos se repetirá, y un porcentaje significativo (entre el 5% y el 8% de mujeres adultas) sufrirá infecciones recurrentes.
Estas patologías representan cerca del 20% de las consultas ginecológicas en España, y su incidencia aumenta durante los meses de verano debido a diversos factores ambientales y conductuales.
Las altas temperaturas y la humedad generan un entorno favorable para la proliferación de bacterias y hongos. Además, pasar muchas horas con el bañador mojado o el uso de ropa ajustada puede alterar el equilibrio de la flora vaginal, favoreciendo infecciones como la candidiasis, la vaginosis bacteriana o la cistitis.
1. Cambia el bañador mojado cuanto antes
Evita permanecer con el bikini o bañador mojado durante largos periodos. La humedad constante crea un ambiente propicio para infecciones por hongos como la Candida albicans. Lleva siempre un bañador seco de repuesto y cámbiate tras el baño.
2. Elige ropa interior de algodón
Los tejidos sintéticos impiden la transpiración, lo que puede provocar irritaciones o infecciones. Opta por ropa interior de algodón, cómoda y transpirable, especialmente durante la noche.
3. Cuidado con los lavados excesivos
Una higiene íntima adecuada es importante, pero el exceso puede ser contraproducente. Lo ideal es utilizar productos específicos, con pH neutro y sin perfumes.
4. Hidratación y alimentación saludable
Beber suficiente agua y llevar una dieta equilibrada fortalece el sistema inmunológico. Alimentos ricos en probióticos como el yogur pueden ayudar a mantener la flora vaginal en equilibrio.
5. Evita ropa ajustada por largos periodos
Los pantalones muy ceñidos o leggins durante muchas horas, especialmente en climas calurosos, favorecen la sudoración y la fricción. Opta por ropa fresca y holgada siempre que sea posible.
6. Precaución con las piscinas y jacuzzis
El cloro puede alterar la flora vaginal. Procura ducharte con agua dulce después del baño en piscinas o jacuzzis y cambia tu ropa de baño cuanto antes.
7. Relaciones sexuales seguras
El uso del preservativo sigue siendo la mejor forma de prevenir infecciones de transmisión sexual. Además, orinar después de mantener relaciones sexuales ayuda a eliminar bacterias que podrían causar cistitis.
Si experimentas picor, escozor, flujo vaginal anormal o dolor al orinar o durante las relaciones sexuales, es importante acudir al ginecólogo para obtener un diagnóstico adecuado. No automediques, ya que el tratamiento dependerá del tipo de infección.
En el Hospital La Salud contamos con un equipo de ginecología altamente cualificado y tecnología de vanguardia para ofrecerte la mejor atención posible. Recuerda que la prevención es la clave para disfrutar del verano con salud y bienestar.