Valencia 10 de noviembre de 2020.– La Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es un factor de riesgo muy importante para enfermar por SARS-CoV2 y lo que es peor aún, para que la infección por este coronavirus se manifieste de una forma especialmente grave con incremento de la morbilidad y mortalidad. Es la conclusión a la que han llegado los expertos después de casi un año conviviendo con el Covid-19.
El neumólogo de La Salud, Dr. José Vicente Vicente Greses, asegura que “camino de completar un año conviviendo con el COVID-19, tenemos suficiente experiencia acumulada como para creer en la veracidad de algunos datos. Los trabajos científicos que individualmente se han realizado en toda la geografía mundial, han sido analizados conjuntamente en otros estudios recopilatorios, algunos con datos acumulados de más de 13.000 pacientes”
“Estos hallazgos -añade- contribuyen a una mejor comprensión de los factores de riesgo y son muy valiosos para apoyar el desarrollo de intervenciones preventivas pudiendo ayudar a mejorar la evaluación y el manejo del paciente en la práctica clínica”. En este sentido vaticina que “los estudios futuros deben explorar la posible influencia de sus respuestas inmunitarias y de someterse a tratamientos farmacológicos”.
“Mientras estos estudios no llegan, los pacientes que padecen EPOC deben de tomar mayor interés en no bajar la guardia frente a la infección, extremando las medidas de prevención al máximo de sus posibilidades”, advierte el Dr. Greses.
La EPOC, según advierte la OMS, “es una enfermedad pulmonar caracterizada por una reducción persistente del flujo de aire. Los síntomas empeoran gradualmente y la disnea, que es persistente y al principio se asocia al esfuerzo, aumenta con el tiempo hasta aparecer en reposo. Es una enfermedad que no siempre se llega a diagnosticar, y puede ser mortal. A menudo, también se utilizan los términos «bronquitis crónica» y «enfisema» para referirse a ella.
La prevalencia de esta enfermedad en 2016 según la OMS fue de 251 millones de casos en el mundo y provocó más de 3 millones de muertes, lo que representa un 5% de todas la registradas ese año y significa que cada 10 segundos muerte una persona por EPOC. Es la tercera causa de muerte en el mundo por detrás de la cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascular, que ocasionaron 15.2 millones de defunciones en 2016 y han sido las principales causas de mortalidad durante los últimos 15 años.
El aumento año a año de prevalencia de esta patología está causado, sobretodo, por el envejecimiento de la población, el tabaquismo y la contaminación.
A día de hoy la EPOC es prevenible pero no tiene cura. Los principales factores de riesgo a evitar son el tabaco, la contaminación del aire, la contaminación en interiores (por combustibles sólidos en la cocina o la calefacción), la exposición a productos químicos y la infección de repetición en las vías respiratorias durante la infancia.
Esta patología es más frecuente en hombres y se diagnostica, normalmente, a partir de los 40-50 años. Los síntomas más frecuentes son la dificultad para respirar, la tos crónica y la expectoración con mucosidad.