Hay ciertas épocas del año en las que se nos cae más el pelo. Nos preocupamos mucho, pero es un tipo de caída transitoria dentro de lo normal. Normalmente perdemos entre 100 y 150 cabellos al día, sobretodo en otoño ya que en verano el pelo ha sufrido, igual que nuestra piel, con el sol, la sal del mar, el cloro de las piscinas… además se ha resecado y debilitado. En estos casos no hay que preocuparse. No estamos hablando de una alopecia.
Hablamos de alopecia cuando estamos sufriendo una pérdida anormal de cabello. La alopecia es un problema cada vez más frecuente y no solamente afecta al cuero cabelludo, sino que puede afectar también a otras zonas como las axilas, las pestañas, la barba…
Según un estudio internacional realizado en 2011 España es, tras República Checa, el segundo país del mundo con más problemas capilares. Un 40,6% de personas sufre alopecia y afecta por igual, contrariamente a lo que pensamos, a hombres que a mujeres y, también a edades tempranas.
Existen diferentes tipos de alopecia, que de manera simple pueden clasificarse en:
Tal y como explica el Dr. Javier Melgosa, dermatólogo de Franderma en el hospital La Salud “pese a que la mayor parte de pacientes sufre alopecias no cicatriciales que son total o parcialmente reversibles, en los últimos años hemos observado un aumento de las alopecias cicatriciales, cuya detección precoz es esencial para la detención de la progresión de la enfermedad, pues en estos casos, el cabello perdido no se recupera, pudiendo producir un gran impacto en él bienestar físico y mental de los pacientes”.
Además, algunas de estas formas de alopecia se asocian a la presencia de otros síntomas y signos cutáneos que pueden estar en contexto de una enfermedad sistémica.
Es importante que, en caso de padecer alopecia, especialmente si es de reciente aparición, acudir a un dermatólogo para que realice una valoración de las causas de la caída del cabello. Preferiblemente debería ser un profesional sub especializado o con formación complementaria reglada en Tricología, para que pueda establecer un diagnóstico y un plan terapéutico adecuado y adaptado para cada paciente.
En el mercado hay multitud de productos anti caída. Hay que tener claro que no son milagrosos… pero que sí pueden ser de gran ayuda para frenar la progresión de la alopecia e incluso conseguir la repoblación. Estos productos se pueden administrar a través de pastillas, pinchazos (Mesoterapia) lociones y champús. En algunos casos puede ser necesaria una solución quirúrgica (injerto capilar)
La vitamina para una buena evolución en el tratamiento de la alopecia es ponerse en manos de profesionales adecuados, que establezcan un diagnóstico y plan terapéutico adecuados y adaptados a cada paciente y situación.
Si. Vuelve a crecer.