

Hace unos días, el Hospital La Salud celebró una eucaristía en la capilla de la comunidad para conmemorar el aniversario del nacimiento de la Madre María Ràfols, cofundadora, junto al Padre Juan Bonal, de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, entidad titular del centro.
Este acto, ya tradicional, permite recordar la vida y el legado de la Madre Ràfols, ejemplo de entrega y vocación en el cuidado de los enfermos, y renovar la inspiración que su figura representa para todo el personal del hospital.
En esta ocasión, la celebración tuvo un significado especial, ya que se rindió homenaje a las personas trabajadoras que se han jubilado en 2024 y 2025, debido a que el año pasado la DANA impidió realizar el acto.
Por ello, el reconocimiento a la trayectoria profesional de la plantilla fue doble, reconociendo la dedicación, el compromiso y los años de servicio de quienes han contribuido de manera significativa al crecimiento y buen funcionamiento del Hospital La Salud. Este homenaje es un momento de emoción, gratitud y recuerdo para todos los compañeros que han dejado una huella imborrable en la institución.
Este acto rendimos homenaje a nuestros compañeros; Juana Serrano, Salomé Alos, Mª Carmen González, Josefina García, José Carlos Martin, Rosa Palomares, Lourdes García, Ines Vicenta Ferrer, Caridad Herráiz, Cristina Chapa y Mª Fernanda Martínez.

Tras la celebración litúrgica, las personas homenajeadas recibieron un obsequio como muestra de agradecimiento por su dedicación y esfuerzo. Fue un instante para compartir recuerdos, reencontrarse con antiguos compañeros y poner en valor el trabajo realizado durante años. La comunidad del hospital se reunió para celebrar la trayectoria de quienes con su profesionalidad y vocación han cuidado de innumerables pacientes y han ayudado a mantener la excelencia del centro.
La figura de la Madre Ràfols (1781–1853) estuvo muy presente durante todo el acto. Desde su llegada a Zaragoza en 1804, su compromiso con los enfermos y los más necesitados se convirtió en el pilar de la labor de la Congregación. Mujer valiente y decidida, superó dificultades extraordinarias, incluyendo asedios, epidemias y destierros, y siempre mantuvo su vocación de servicio. Su legado sigue inspirando hoy a todos los trabajadores del hospital, recordándoles la importancia de la entrega, la solidaridad y el cuidado humano en la atención sanitaria.
Con esta celebración, el Hospital La Salud renueva su gratitud hacia todas las personas que han servido al centro y reafirma la importancia de los valores fundacionales de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. La eucaristía y el homenaje a los jubilados no solo son un recuerdo del pasado, sino también un estímulo para que las futuras generaciones de profesionales continúen con la misma dedicación y vocación de servicio.