Las agresiones al personal sanitario se incrementan año tras año y las cifras de denuncias puestas ante los colegios profesionales tanto médicos como de enfermería lo avalan. En 2022, se denunciaron ante la Organización Médica Colegial de España 843 agresiones; sin embargo, apenas una cuarta parte se convirtieron en denuncia ante la Policía Nacional.
Son datos que ayer pusieron sobre la mesa Carlos Fornés, Presidente de la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunidad Valenciana, Juan José Tirado, Presidente del Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana y Mª Isabel Reviejo, Inspectora Jefe de la Policía Nacional e interlocutor policial sanitario en una jornada sobre Agresiones a los Profesionales Sanitarios que se hizo ayer por la tarde en el hospital La Salud de Valencia.
En el caso de la enfermería, Juan José Tirado aseguró que “las denuncias no llegan ni al 10% de los casos reales”. En 2022, 20 enfermeras denunciaron ante el Colegio acciones violentas. Es un 25% más que en 2021 que fueron 16, pero es una cifra que está muy lejos de la realidad.
El motivo por el cual los sanitarios no denuncian, aseguraron los tres expertos, es el miedo. Sin embargo, Mª Isabel Reviejo insistió en que “si no hay denuncia, no se puede actuar judicialmente. Es muy importante siempre realizar un parte de lesiones y poner la denuncia ante la Policía Nacional que de inmediato la traslada al juzgado de instrucción”.
Harina de otro costal son las penas con las que se castigan las agresiones. Carlos Fornés aseguró que “las penas tipificadas en el Código Penal son bajas”. En este sentido aportó varios ejemplos de sentencias como por ejemplo una en la que una agresión física con golpes se saldó con una multa de 180€.
Según un informe realizado por la Organización Médica Colegial en España (OMC) en 2022 el 43% de las agresiones fueron en atención primaria y el 27% en el hospital. Un 9% en Urgencias. Los tipos de lesión fuero en 2022 un 47% insultos y vejaciones, un 37% amenazas y coaccione y un 16% lesiones
Las causas de las agresiones son en más de la mitad de los casos simplemente por discrepancias con la asistencia médica recibida. En un 13,8% por discrepancias personales, en un 12,4% por no recetar lo que el paciente quería y casi una de cada 10 agresiones es porque los informes realizados por los profesionales no son los que pretendían los pacientes.
Los agredidos son mayoritariamente mujeres (61%), del grupo de edad de entre 36 y 45 años, aunque se aprecia un crecimiento de agresiones a menores de 35 años, siendo una tendencia al alza a lo largo de los últimos años.
La tipología del agresor, según la Policía Nacional “es un hombre de entre 36 y 55 años que puede ser paciente o acompañante. En la mayoría de los casos sufren trastornos mentales y son consumidores de alguna droga, buscan algún fin personal o bien arrastran algún tipo de frustración”.
La Inspectora Mª Isabel Reviejo dio algunas pautas de cómo actuar para prevenir las agresiones.
Si aun así no se evita el incidente lo más importante, aseguró Reviejo es auto protegerse, nunca actuar en solitario, dejar un metro de distancia de seguridad y nunca dar la espalda al agresor; mejor ponerse de perfil.
Al dar malas noticias siempre es mejor estar acompañado porque puede ser un detonante para la situación violenta.
En caso de que la agresión se produzca, siempre protegerse, seguir las indicaciones del agresor e caso de que tenga un arma y no enfrentarse. “Hay que gritar y si se puede, huir”.