Representantes del judaísmo, cristianismo, islam, hinduismo y budismo han realizado una ceremonia conjunta en el claustro de la Comunidad de Hermanas del Hospital La Salud.
Cada una de las religiones ha hecho una reflexión sobre la importancia del encuentro con uno mismo y con los demás para favorecer diálogo la tolerancia y comprensión. Para pedir unión y amor y entender la diferencia como pluralidad y riqueza y no como separación y confrontación.
De forma simbólica, después de cada reflexión se ha encendido una vela para pedir la unión de todas las personas, sea cual sea su creencia religiosa, en los mismos valores de tolerancia y respeto como único camino para lograr un mundo más justo y pacífico.
“Una sola religión, el amor. Una sola raza, la humanidad. Un solo lenguaje, el del corazón. Un solo Creador y está en todas partes.”, es el lema de Transcendence y es el mensaje que se pretendido trasladar durante esta jornada interreligiosa.
Ha sido el I encuentro de estas características que ha organizado el hospital a través de su equipo de Pastoral y es un paso más en el trabajo constante del centro sanitario por trasladar el valor de la hospitalidad y la acogida a todos sus pacientes, su plantilla y a la sociedad.
Tal y como explican desde Transcendence “estamos viviendo aislados unos de otros y corremos el riesgo de caer en un egoísmo tal que haga imposible la solidaridad. Necesitamos redescubrir ese yo que solo tiene garantía cuando descubre al tú que lo complementa. Las diversas creencias pierden fuerza cuando se proclaman como ideologías cerradas y limitadas por el propio criterio; sin embargo, son una fuente rica y abundante de percepción de la realidad que trasciende y da vida al acontecer humano”.
En este contexto, la idea de este encuentro ha sido la de promover la cultura del diálogo y la paz y el rechazo a cualquier tipo de violencia o de imposición. “No perdemos identidad personal ni dignidad por reconocer y aceptar la de los demás miembros de otras religiones o culturas”, manifiestan desde Transcencence.
Desde el diálogo, queremos interpretar las diversas cosmovisiones espirituales de los componentes del FIIT como rasgos diversos de una misma realidad espiritual que trasciende la diversidad, entendida como pluralidad y riqueza y no como separación y confrontación. Este conocimiento y diálogo interreligioso nos ayuda a encontrar la unidad, e incluso la convergencia, en un discurso común fruto de la comprensión y la aceptación del otro al que consideramos unido en fraternidad.
Este discurso no es una suma de monólogos ni una fórmula sincretista, sino la aceptación gozosa de la generosa, rica y variada manifestación de lo divino en lo humano. Sin pretensiones de figurar como agentes políticos, queremos aportar un valor añadido a la democracia y a los derechos humanos desde nuestras peculiaridades religiosas.
El FIIT quiere dar un testimonio internacional en un marco de absoluta cordialidad, comprensión y respeto, pero sobre todo de fraternidad, solidaridad y espiritualidad. Queremos colaborar para garantizar el derecho y el pleno respeto a la libertad de la práctica religiosa y otras creencias, así como promover el diálogo y la interacción con otras personas o entidades afines sean o no confesionales.
La Salud, Institución sin ánimo de lucro, perteneciente a la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, forma parte de un Proyecto de Hospitalidad y Salud de alcance universal. Su atención está inspirada en la concepción cristiana de la persona, en el respeto a su libertad, dignidad y derechos, desde una propuesta de humanización de la atención sanitaria. Prestamos atención hospitalaria médico-quirúrgica especializada, desarrollando funciones de investigación y docencia.
Compaginamos humanización y técnica, acogida y profesionalidad, en el marco de una vocación de servicio, puesta a disposición de las personas y de su salud. Ofrecemos una atención integral a las personas que demandan nuestros servicios de salud, con una apuesta por la calidad asistencial, una tecnología puntera y compromiso de profesionalidad. Y todo ello, “con el mayor cuidado, con todo detalle, con todo amor”.
Nuestros valores son:
Honestidad: respeto a la verdad y coherencia con los valores y estilo de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana.
Humanización: centralidad de la persona en todas sus dimensiones.
Profesionalidad: excelencia en el ejercicio profesional a través de un proceso de mejora continua.
Acogida: ambiente cálido de atención, protección y cuidado.
Trabajo en equipo: relación entre un grupo de personas que, de manera coordinada, se entregan a la consecución de unos objetivos o misión común.
Sentido de Trascendencia: valoración y cuidado de la dimensión espiritual de las personas.
Compromiso Social: responsabilidad e implicación por mejorar la vida de las personas.