El verano es la época perfecta para iniciar el proceso de quitar el pañal a nuestro/a hijo/a. Hace calor, con lo cual, si van mojados/as, no hay peligro de que se constipen y además la ropa se lava con mayor facilidad.
Hay que tener en cuenta que no es conveniente iniciar el aprendizaje para quitar el pañal antes de los 2 años (salvo que el niño/a lo demande), porque puede provocarles estreñimiento crónico y entorpecer el proceso. Así que, si a finales de verano o justo después cumple los dos años, será preferible esperar.
La mayoría de los niños alcanzan el control urinario e intestinal entre los 2-3 años pero no debemos quitar el pañal hasta que veamos que existe disposición por su parte; es decir, cuando tenga capacidad para retener durante un periodo breve la orina y las heces.
El proceso no es sencillo. En ocasiones, el niño o la niña están tan determinados a defender su derecho a evacuar cuando lo deseen que si intentamos imponer un control muy rígido puede llevarnos a una batalla agotadora entre hijos/as y padres.
Si empiezan a cruzar las piernas cuando tienen ganas de hacer caca es que están asumiendo poco a poco el control de esfínteres hasta hacerlo una necesidad propia y es un buen momento para iniciar el proceso de quitar el pañal.
Al principio avisan a los padres cuando están mojados/as. Posteriormente cuando van a hacer pipí o justo después. Este es el momento adecuado para retirar el pañal solo de día, no en la siesta ni por la noche.
Al quitarle el pañal deberemos, de forma regular, colocarle en el orinal o en el cuarto de baño con un adaptador de la taza del wáter. Si en 10 minutos no han hecho nada, retirarlos y probar más tarde. Si se levantan, no debemos reñirles ni obligarles. Pero si lo hacen bien, debemos reforzar esa actitud y felicitarles.
Pasado un tiempo, dejarán de hacerse pis por las noches y se levantarán con el pañal seco. Cuando lo hayan hecho durante una temporada, será el momento de retirárselo también para dormir teniendo en cuenta que de vez en cuando es posible que moje la cama. Es desaconsejable volver a ponerle un pañal si eso sucede.
No debemos despertarles por la noche ni reñirles. El cambio lleva un tiempo y por el camino puede haber regresiones provocadas por múltiples motivos: miedo a sentarse en el baño, cambios como el nacimiento de un hermano o una mudanza… hay que afrontarlas con calma y comprensión, procurando llevar ropa de repuesto para cuando se esté fuera de casa.
La mayoría de los niños consigue el control nocturno antes de los 7 años. Si no lo ha conseguido, consulta al pediatra.
La encopresis (falta de control de las heces) es frecuente por retención fecal y estreñimiento. Es conveniente consultar al pediatra.