Como parte de un proyecto más amplio de acogida puesto en marcha por el equipo de Pastoral, el hospital La Salud ofrece desde esta semana un concierto mensual en sus instalaciones para que los y las pacientes de larga estancia mejoren un poco su calidad de vida ya que hay evidencia científica del beneficio de la música emocionalmente significativa como agente terapéutico. Ayer, un guitarrista y una violinista tocaron para los pacientes de los servicios de Hemodiálisis y de la UCI de Adultos.
Andrés es un paciente de Hemodiálisis, músico, que reconoce que estar ahí día sí día no tantas horas es pesado y cansado. Durante el micro-concierto ha participado con ilusión e incluso ha pedido algunas piezas como el Concierto de Aranjuez. “Son unos fenómenos”, ha dicho. “Me he alegrado mucho. La música mientras estamos aquí nos viene muy bien, te sube el ánimo. La música es el arte de combinar los sonidos con el tiempo. Nos ayuda mucho”, ha añadido.
Ejemplo claro de esa ayuda y de lo que la música puede provocar en un paciente es el que se vivió hace unos meses en la UCI cuando otros músicos fueron un día puntual a tocar. Rosa sufría una insuficiencia respiratoria y se encontraba mal cuando entraron los músicos. Sin embargo, en cuanto se pusieron a su lado a cantar mejoró de forma inmediata y acabó pidiéndoles una canción, dándoles las gracias y mucho más animada.
La Hna. Júlia Bustos, miembro del comité de dirección de La Salud, ha calificado la iniciativa de “fenomenal”. “La música ayuda mucho– ha dicho.
Tanto Paqui Hernández, supervisora de Hemodiálisis, como María José López, supervisora de la UCI, han reconocido que “la música siempre ayuda a los pacientes, siempre funciona y les sube el ánimo”, han dicho ambas. “Si tienes sensibilidad para sentir la belleza de la música ayuda mucho”, han añadido.
Los músicos se han ido con deberes para el mes que viene.
Esta acción es coherente con los valores del centro y con el proyecto de Pastoral que está llevando a cabo con acciones como la del acompañamiento a pacientes y familiares. Se trata de un servicio que el hospital pone a disposición de los y las pacientes de forma gratuita. “La mayoría de las veces no se trata de organizarles nada. Estar en un hospital tanto como paciente como como familiar, provoca angustia, sobretodo en caso de padecer una patología grave o de estar ingresado/a en la UCI”, explica la Directora de Pastoral de la cual depende este equipo, María Dolores Mena. “En este sentido a veces solamente necesitan hablar y ser escuchados; otras, necesitan consuelo y sentirse arropados y acompañados”.
El proyecto Equipo de Acogida se enmarca dentro de los valores con los que se asocia al hospital La Salud: hospitalidad, acogida, honestidad y amabilidad.
“Queríamos que nuestros valores fueran tangibles, que no se quedaran solamente como palabras vacías impresas en nuestros carteles, redes sociales o página web, sino que se trasladaran de verdad a las personas que acuden a nuestro centro”, explica M. Dolores Mena.
Otra de las acciones que se ha llevado a cabo en el marco del proyecto es la apertura de un Espacio de Silencio para que cualquier persona pueda concederse un momento de recogimiento más allá de sus creencias religiosas. Se trata de facilitar a quien lo desee un lugar de paz en que poder rezar, meditar, o simplemente estar en silencio para rebajar la tensión y el estrés diario y conectar con sus valores y su conciencia.