A pesar de las altas temperaturas que sufrimos en verano, es posible sufrir los efectos de un resfriado. Pero vamos a diferenciar una gripe de un resfriado, porque algunos de sus síntomas son similares, como la congestión nasal, los estornudos o el malestar general. Para identificar lo que estamos padeciendo, podemos analizar los síntomas, si son muy intensos, te dejan muy débil y además se acompañan de fiebre, probablemente sea una gripe lo que te tiene postrado en el sofá.
También podemos reconocerlo por su duración, mientras un resfriado nos molesta unos días, la gripe puede durar hasta un par de semanas.
¿Por qué con temperaturas tan altas nos resfriamos en verano? Precisamente por luchar contra las temperaturas tan altas. Los cambios de temperatura que sufrimos al pasar de más de 30º en el exterior a poco más de 20º gracias al aire acondicionado de algunos domicilios, supermercados o tiendas provoca que el organismo se debilite y las mucosas nasales queden alteradas, lo que facilita que los virus actúen libremente.
Tanto es así que el 20% de los resfriados comunes se producen en verano, lo que indica el mal uso que hacemos del aire acondicionado, principal causa del resfriado estival. Así que sigue leyendo que te contamos cómo prevenir el resfriado en verano.
Ya hemos visto que el abuso del aire acondicionado nos provoca un debilitamiento general y nos altera la mucosa nasal, puerta de entrada de los rinoviorus, causantes del resfriado, así que la primera medida que debemos implantar es la regulación de la temperatura a la que tenemos programado el aire acondicionado.
No hay que bajar nunca de los 20º en tu mando del aire acondicionado, si la diferencia entre el exterior y el interior se acerca los 10º peligro, podemos debilitar nuestra mucosa nasal y dar paso a los virus que provocan el resfriado.
Si no podemos regular el aire, tendremos en cuenta algún tipo de prenda ligera que nos proteja de los cambios bruscos de temperatura.
Los locales públicos refrigerados y los puestos de trabajo, deben por ley mantenerse a 27º, excepto en cocinas, gimnasios o discotecas, donde se podrá regular entre los 14º y los 25º, en función del espacio y la temperatura real. Esta ley también regula el nivel de humedad en el ambiente, otro factor que si se altera a la baja puede provocar sequedad en garganta y nariz, derivando en resfriados. La humedad relativa por ley se sitúa entre el 30% de mínima y el 70% de humedad máxima.
Teniendo esta información y sabiendo las distintas temperaturas que nos vamos a encontrar en la calle, en casa, la oficina, el metro o el supermercado, es posible estar atentos para protegernos y proteger a los nuestros de la posibilidad de contagiarse de un resfriado en verano.
Pero si ya te has contagiado y pasas el día entre estornudos y pañuelos, debes de intentar descansar lo máximo posible, tu cuerpo necesita recuperar energía para luchar contra el rinovirus. Por la misma razón debes comer bien, nada de relajarse en verano con picoteos, debes incorporar vitaminas y minerales a tu dieta de forma significativa, sobre todo vitamina C y hierro.
Hidratarse convenientemente es otro consejo que te damos, tanto si estás resfriado como si no, razón de más si estás acatarrado y generas mucha mucosidad. Recuerda que debes beber agua, ni el alcohol ni las bebidas energéticas hidratan como es debido.