Si pensabas que tras la primavera las alergias iban a reducir su presencia, tenemos una mala noticia; el verano también es un foco de alergias. Te hablamos de las más importantes, sus síntomas y cómo puedes enfrentarte a ellas.
La subida de las temperaturas, una mayor exposición al sol y mayor tiempo libre son las principales razones de encontrarnos de nuevo expuestos a las alergias.
Que la primavera es la principal época de floración y emisión de polen es conocido por todos, pero en verano todavía quedan especies de gramíneas y flor pequeña que aprovechan el calor para aumentar su floración. Con mejor tiempo y más días libres, también se incrementan los paseos y salidas al campo, donde nos encontraremos con estos temidos alérgenos.
Pueden producir congestión ocular y en la nariz, intenso lagrimeo, picazón, estornudos frecuentes, exceso de mucosidad y en algunos casos, crisis asmática.
Evita las zonas con mayor concentración de flor y gramíneas en tus paseos, la APP “polenREA” puede ayudarte a detectarlas sobre un mapa. Puedes ir prevenido y conocer el tratamiento para que puedas estar protegido antes y durante tus vacaciones. El uso de mascarilla también te ayudará a evitar la concentración de polen en tu boca y nariz.
La exposición al sol en verano es inevitable, afortunadamente cada vez somos más conscientes del peligro de los rayos UV y nos protegemos o limitamos las horas que pasamos al sol. Pero la hipersensibilidad puede llegar por una protección inadecuada, una exposición prolongada o simplemente por el exceso de calor, sudoración y nuestra ropa.
Tener una conciencia clara de la necesidad de protección, tanto ante el sol es un primer paso para evitar sus molestias. Una vez se produce la reacción, existen calmantes y protectores de la piel que nos ayudarán a soportar las molestias.
Las abejas y avispas pueden producir reacciones alérgicas con sus picaduras.
Si nos pica alguna lo primero que debemos hacer es alejarnos de lugar donde nos haya picado por si hay más. Inmediatamente después, si el insecto que nos ha picado es una abeja, debemos intentar extraer el aguijón con la uña o unas pinzas ya que durante un tiempo continúa inyectando veneno.
Si tras la picadura surge inflamación, urticaria o ronchas debería tomarte un antihistamínico. Si empiezas a tener dificultad respiratoria, mareos o vómitos, es que estás sufriendo una anafilaxia y debes ir inmediatamente al centro de salud más cercano ya que la adrenalina es lo único que te puede salvar la vida.
En caso de que sea alérgico a las abejas o avispas, acude a una consulta de alergología porque existe una alta posibilidad de curación gracias a las vacunas con extracto de veneno de estos insectos
En verano, con el calor, pasamos muchas horas en las piscinas. Sobre todo, los más pequeños. No olvidemos que las piscinas se tratan con cloro para el control del PH del agua y garantizar su calidad, pero las personas con dermatitis atópica o las pieles más sensibles de los niños se ven especialmente afectadas.
Ducharse con agua corriente cada vez que salimos de la piscina nos retirará parte del cloro que haya quedado sobre la piel. Secarse con cuidado e hidratar la piel son hábitos que mantener en la piscina para evitar reacciones alérgicas y molestias.
Las alergias alimentarias pueden manifestarse en verano ya que comemos y cenas fuera de casa más de lo habitual. La leche, huevos o frutos secos en los helados, las frutas como el melón, el kiwi y melocotón en postres y batidos o los mariscos en pastas y ensaladas pueden producir reacciones alérgicas si no somos conscientes de que los estamos tomando.
Estar pendientes de las cartas de alérgenos en restaurantes y chiringuitos y preguntar sobre los ingredientes en menús puede evitarnos algún susto.