Valencia, 20 de julio de 2021.– En plena pandemia COVID y cuando nos vemos inmersos en nuestro país en un nuevo repunte de casos causado por las nuevas cepas del virus, con mayor capacidad de contagio, las Unidades Pediátricas se han visto parcialmente sorprendidas por la emergencia en pleno verano de infecciones respiratorias. “Estamos viendo- explica el Jefe de Pediatría de La salud, Dr. Leandro Picó– otros virus respiratorios diferentes del SARS Cov-2 y que estuvieron latentes, como agazapados, esperando su momento durante el invierno pasado”.
“Los médicos-añade- estamos acostumbrados a la circulación anual de virus respiratorios durante el otoño -invierno. Todos los años entre noviembre y febrero sufrimos una epidemia de virus respiratorios que afectan predominantemente a lactantes menores de un año, produciendo la conocida y a la vez temible Bronquiolitis y también otras infecciones respiratorias como Bronquitis, laringitis, neumonías, etc”.
Sin embargo, el invierno de 2020-21 fue muy diferente de lo habitual y las unidades pediátricas permanecieron funcionando a medio gas, con poca patología y sobretodo con una ausencia de enfermedades respiratorias. Este cambio epidemiológico fue atribuido a las medidas higiénicas generalizadas que se tomaron a nivel poblacional con objeto de prevenir la infección COVID 19, como el uso de mascarilla, el lavado de manos, uso de soluciones hidro-alcohólicas limitación de la asistencia a escuelas infantiles de niños enfermos, confinamientos, etc.
“Ahora- advierte el Dr. Picó-, cuando las medidas de confinamiento se han relajado, se ha levantado la prohibición de circular sin mascarilla, se ha vuelto a la presencialidad en escuelas infantiles y guarderías y la población ha perdido la tensión en las medidas higiénicas al haber más gente vacunada que se siente protegida, los virus respiratorios han asomado la cabeza y decidido que vuelven a vivir con nosotros y en especial con los más pequeños y vulnerables, desencadenando una verdadera epidemia paralela a la del SARS COV-2”.
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Uno de estos virus al que podemos considerar el actor principal es el virus respiratorio sincitial (VRS), que es el virus más característico de la Bronquiolitis. Esta es una enfermedad que se contagia fácilmente y que se transmite entre personas por contacto directo con secreciones o a través de objetos o superficies contaminadas (juguetes, por ejemplo). La bronquiolitis puede afectar con mayor gravedad a determinados grupos de riesgo como los recién nacidos prematuros y aquellos con patología pulmonar o cardiopatías de base, que con más frecuencia requerirán hospitalización e incluso estancias más o menos prolongadas en las unidades de cuidados intensivos pediátricos.
Por lo tanto, y debido a este cambio epidemiológico provocado por la pandemia, conviene no perder de vista las medidas preventivas en especial con los lactantes que si bien no han demostrado ser especialmente susceptibles al Covid si lo son a estos otros virus respiratorios, sobretodo, al VRS.
Las medidas que se estaban tomando de forma estricta con el COVID- explica el Dr. Picó- se muestran muy efectivas en la prevención del contagio del resto de virus respiratorios.