Cada 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermería, una fecha para reconocer la labor de quienes, día tras día, cuidan, acompañan y velan por la salud de los pacientes. En el Hospital La Salud, este 2025 hemos querido celebrarlo de una forma especial: conociendo de cerca a las personas que dan vida a nuestra profesión.
A lo largo de esta semana, daremos voz a quienes conforman nuestro equipo de enfermería, formado por 131 profesionales comprometidos con la atención sanitaria de calidad.
Hoy conocemos a Eva y Vega, dos enfermeras que trabajan en la planta 5 de hospitalización. Ambas representan dos caminos distintos hacia una misma vocación: el cuidado integral del paciente.
Eva comenzó su andadura en La Salud en 2001, en la Unidad de Hemodiálisis. Recuerda sus primeros días con cierta emoción: “Estaba muy nerviosa, pero mis compañeras fueron muy buenas conmigo, me apoyaron mucho. Junto a ellas aprendí todo lo necesario para ser una buena profesional”.
Lo que más valora de su profesión es precisamente eso: el contacto humano. “Cuidar no es solo pinchar o poner un gotero, es escuchar a los pacientes, es acompañarles en momentos difíciles”. Esta filosofía, señala, la aprendió de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, y considera esencial transmitir ese legado a las nuevas generaciones de enfermería.
A pesar de que algunos días son especialmente duros, Eva se queda con los momentos en los que ve a sus pacientes recuperarse. “Me reconforta mucho cuando una persona que ha pasado por una larga hospitalización vuelve al hospital y nos hace una visita. Nos llena de alegría y nos recuerda por qué hacemos lo que hacemos”.
Vega, por su parte, lleva dos años como enfermera en La Salud, aunque su relación con el hospital comenzó mucho antes: fue aquí donde hizo sus prácticas, y desde entonces tuvo claro que quería quedarse. Proviene de una familia estrechamente vinculada al ámbito sanitario, sus padres son médicos, aunque no fue hasta los 16 años cuando sintió el impulso de seguir sus pasos. Primero se formó como técnica en cuidados auxiliares, luego como técnica en diagnóstico, hasta que finalmente decidió estudiar Enfermería. “Ahí fue cuando supe que había encontrado mi sitio”.
Sus primeros pasos como profesional los dio en quirófano, una etapa que recuerda con mucho cariño. “Fue muy especial trabajar con algunas de las profesionales con las que compartí prácticas: Charo, Cintia, Pepa, Eva… Son referentes para mí. Lo mejor de este hospital es lo cercano que es, todos nos conocemos, nos apoyamos. Se aprende muchísimo de los compañeros que llevan más tiempo”.
Para Vega, la enfermería es una profesión en constante aprendizaje, tanto técnico como humano. “Cada día aprendo algo nuevo de mis compañeras. La experiencia, la forma de tratar al paciente, los pequeños detalles… todo cuenta”.
Tanto Eva como Vega coinciden en algo fundamental: la enfermería es una vocación, una forma de vida que va mucho más allá del conocimiento técnico. Se trata de una profesión profundamente humana, en la que la empatía, la escucha y la presencia son tan importantes como cualquier intervención médica.
En el Hospital La Salud nos sentimos orgullosos de contar con profesionales como ellas, comprometidas, preparadas y, sobre todo, profundamente humanas.