En algunas situaciones necesitamos usar tapones en los oídos para reducir las molestias acústicas y poder conciliar y disfrutar de un sueño reparador. El uso continuado de tapones en los oídos para protegernos del ruido y poder dormir, puede derivar en molestias y lesiones en los oídos. Antes de comenzar a utilizarlos es conveniente una revisión, ya que podrías tener una dermatitis, un eccema e incluso un acúmulo de cera que empeorara con su uso, y diera lugar a un tapón de cerumen.
Contaminación sonora
El ruido se ha convertido en un foco de contaminación. Más del 20% de los ciudadanos de la Unión Europea soportamos niveles de ruido perjudiciales para nuestra salud, lo que reduce la calidad y la cantidad de horas de sueño. Todo esto deriva en un incremento de personas que padecen insomnio, nerviosismo, cansancio, depresión o ansiedad.
Los tapones son una barrera cómoda e inmediata para reducir la contaminación acústica de nuestro alrededor, provocada por una vecindario ruidoso, una vivienda mal aislada, una carretera próxima o el ronquido de nuestra pareja. Pero, ¿el uso continuado de los tapones es perjudicial para nuestra salud?
Como cualquier decisión que afecta a tu saludo debes comentarla con tu médico para valorar ventajas e inconvenientes y elegir qué tipo de barrera auditiva es mejor para cada caso. Mantener una higiene controlada en los oídos evitará que se acumule cerumen en el caudal auditivo y sea empujado cada noche al interior del oido, produciendo tapones de cera que pueden derivar en lesiones muy molestas. Si padeces algún tipo de dermatitis, también en la piel del interior del oído, el uso de tapones puede contribuir al desarrollo de hongos y bacterias por el acúmulo de humedad en la piel. Como ves, hay que tener en cuenta el estado y la salud de tus oídos para hacer un uso correcto de los tapones.
Si ya has decidido usar tapones y tu médico te ha aconsejado su uso, puedes elegir entre los distintos tipos de tapones que hay en el mercado:
– Silicona blanda: Los mejores, se adaptan a nuestro oído, aíslan muy bien del ruido. Deben ser huecos para no presionar en exceso y permitir la transpiración.
– Espuma blanda y cera: Aíslan del ruido pero no son tan eficaces ni saludables como los de silicona.
Los de silicona también tienen la ventaja que pueden ser lavados con jabón y agua templada, con lo que los dejarás como nuevos para un nuevo uso cada noche. Al introducirlos, comprímelos entre tus dedos limpios y presionando hacia dentro, ligeramente y por escasos segundos, hasta encontrar su posición. En verano, al intentar presionar y compactar el tapón dentro del conducto auditivo podemos producir un eccema que fácilmente se puede infectar y lar lugar a una dolorosa otitis provocada por los baños largos o repetidos.
Tapones para evitar el sonido SI, pero con precaución e intentando utilizarlos sin forzar.
Y como dice el Dr. Barona, Otorrino de La Salud, ¡el ronquido tiene tratamiento!