La Dra. Comeche anuncia que muchos valencianos padecen traumas acústicos sin saberlo
Valencia, 16 de Marzo de 2017. – El equipo médico del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Casa de Salud de Valencia advirtió hoy del riesgo de sufrir “traumas sonoros agudos en las mascletàs, por los petardos, si no se guardan las debidas distancias”.
Al respecto la doctora Comeche manifestó que hay que alertar a la población de los posibles riesgos que conlleva el presenciar un espectáculo pirotécnico de las características de una mascletà “si no se toman determinadas precauciones como distanciarse prudentemente”.
Las lesiones que puede provocar una mascletà en el oído humano pueden generarse por dos motivos. Por un lado debido al trauma sonoro o intensidad del ruido “producido por un fenómeno vibratorio violento de duración muy corta pero de elevada intensidad” y por otro como consecuencia de “la onda expansiva del ruido o barotrauma auricular que se añade al trauma sonoro en una explosión y que puede llegar a romper el tímpano e incluso dañar al oído interno” señaló la doctora.
Las primeras manifestaciones de estos síntomas son un dolor agudo, sensación de taponamiento, sangrado, pérdida de audición y pitidos en el oído.
Para la doctora Comeche “si el ruido es muy intenso afecta al oído interno y dependiendo de la intensidad puede provocar una pérdida de audición irreversible o traumas acústicos en la frecuencia a 4.000 Hz que precisamente muchos valencianos padecen sin saberlo”.
Al respecto explicó que las lesiones del oído por la explosión de un petardo deben englobarse entre los barotraumas ya que las causas de las lesiones radican más en la onda expansiva que es similar a cuando se rompen los cristales en un edificio que al ruido en sí mismo provocando lesiones en el oído medio”.
Además explicó que estas lesiones son “especialmente alarmantes” en el caso de niños pequeños a lo que la doctora recomienda no asistir a las mascletàs porque sus oídos se pueden dañar de forma “irreversible”.
MÁS RIESGO CON LOS CATARROS.
Además de los niños, otras personas que pueden verse afectadas por este tipo de dolencias son las personas constipadas ya que el proceso catarral aumenta el riesgo de lesiones.
Así la doctora Comeche señaló que “la función de la trompa de Eustaquio consiste en equilibrar la presión entre la caja timpánica y la rinofaringe –la parte posterior de la nariz– si el aumento de la presión exterior es gradual el individuo puede ir compensándola pero la capacidad de compensación disminuye proporcionalmente a la velocidad de la variación de presión, pudiendo bloquear la trompa sobre todo si existe edema de mucosa producido por procesos catarrales alérgicos”.
Sin embargo, a pesar del riesgo, la doctora Comeche animó a los espectadores a ver la mascletà aunque “evitando en la medida de lo posible la onda expansiva de los petardos”. Y también recordó que “se corre habitualmente más riesgo por la explosión de cualquier petardo inesperado andando por la calle o alrededor de los casales donde están constantemente tirando petardos, que en una mascletà dadas las medidas de seguridad actuales.”