“Hay que dejar muy claro, advierte el Dr. Gastaldi, que los factores de crecimiento y el plasma rico en plaquetas no son células madre porque hay mucha confusión y desinformación al respecto”. “Las células madre, explica, solamente se pueden obtener en los pacientes de su tejido adiposo, es decir, de la grasa, o de la médula ósea”.
Lo más habitual es que se use la grasa ya que su extracción es una técnica relativamente sencilla. El proceso es una liposapiración de unos 30-50 cm3 de tejido adiposo del paciente que tras procesarlo mediante un sistema de microfragmetación (aceptado por la FDA americana) posteriormente se inyecta tanto en articulaciones como en tendones. Es un procedimiento rápido que supone menos de una hora de quirófano con sedación y una estancia ambulatoria en el hospital. La recuperación es sencilla y requiere solamente unos ejercicios en casa.
El caso de la extracción de células madre de médula ósea es normalmente aconsejado en deportistas más profesionales ya que por lo general la extracción de grasa es más dificultosa por su poca cantidad. Aunque el número de células madre en esa zona es menor, se ha demostrado que su eficacia es similar.
El Dr. Gastaldi acaba de presentar un estudio realizado con cerca de cien pacientes tratados en su consulta con células madre con un resultado de mejoría en 7 de cada 10. Ahora bien, advierte el Dr. Gastaldi, “es importante tener claro que este tratamiento no cura la artrosis. La mejora-dice- pero no la cura”.
El tratamiento con células madre está muy indicado para pacientes de mediana edad con procesos degenerativos importantes ya sea por lesiones, anteriores cirugías, traumatismos…etc y cuya situación requeriría una prótesis. “Lo que conseguimos inyectando células madres-explica el Dr.- es demorar la colocación de la misma. Además, también trabajamos sobre los tendones. En ese caso, nuestra primera opción son los factores de crecimiento”.