A pesar de que todos asociamos una migraña con un fuerte dolor de cabeza, intenso, esta patología no siempre se manifiesta de la misma manera. En ocasiones, lo que produce es una fuerte sensación de giro de los objetos con náuseas e incluso vómitos. En estos casos, se trata de una llamada migraña vestibular o migraña asociada al vértigo. La sufren un 11% de los pacientes que acuden a una consulta por mareos.
Según el otorrino del hospital La Salud Dr. Rafael Barona, “se caracteriza porque el paciente sufre crisis repetidas de vértigo y/o desequilibrio, generalmente de horas de duración (puede variar entre 5 minutos y 72 horas) sin alteraciones objetivas de la audición que pueden estar asociadas o no a cefalea”.
Los pacientes que sufren esta dolencia suelen tener antecedentes familiares o personales de migrañas.
El síntoma principal de esta patología, al contrario de lo que la mayoría asociamos con la migraña, no es el dolor de cabeza sino el vértigo. A veces los pacientes también sufren alteraciones visuales u hormigueos en las extremidades. Y es que la migraña, asegura el Dr. Barona, “tiene varias formas de presentación como la migraña asociada a vértigo (MAV), la cefalea postraumática por conmoción cerebral, la migraña de esfuerzo… Estas variantes también pueden desarrollar crisis vertiginosas que a menudo son más problemáticas que el dolor de cabeza”.
La migraña asociada a vértigo o desequilibrio la pueden diagnosticar y tratar distintos especialistas: otorrinos, neurólogos o médicos de familia. Todos ellos deben estar familiarizados con estos pacientes y sus principales síntomas.
“La historia clínica que se realiza al paciente debe ser meticulosa y exhaustiva, ya que es la que nos dará el diagnóstico, que es fundamentalmente clínico. Siempre es necesario complementarlo con una batería de pruebas de la función auditiva y vestibular: audiometría tonal, potenciales evocados auditivos de tronco cerebral, pruebas posicionales, prueba vestibular calórica con videooculografía, posturografía dinámica computarizada, pruebas de imagen como TAC o Resonancia magnética… “, asegura el Dr. Barona. “Estas pruebas-añade- ayudan a descartar otro tipo de patología y a conocer mejor el estado del paciente”.
Para prevenir la migraña vestibular hay que cuidar la dieta y los hábitos de vida. Es recomendable reducir la tensión y el estrés, hacer ejercicio moderado 3 o 4 veces a la semana y evitar ayunos prolongados.
También es conveniente regular las horas de sueño: no dormir ni mucho ni poco. Unas 8 horas al día y si es posible acostándose y levantándose más o menos a la misma hora cada día.
En cuanto a la alimentación, hay ciertos factores desencadenantes de la migraña. Es conveniente evitar en la medida de lo posible el chocolate, las bebidas de cola, el alcohol y el café, así como las carnes y pescados ahumados, curados o procesados, las sopas enlatadas o preparadas, el queso curados y las judías, habas, garbanzos, guisantes, cebollas y olivas.
Frutas como aguacate, higos, papayas, ciruelas rojas y pasas tampoco son recomendables si queremos prevenir las migrañas. Hay que evitar también la comida china porque contiene importantes cantidades de glutamato monosódico.
La migraña vestibular es la segunda causa más frecuente del vértigo recurrente tras el vértigo posicional benigno.