Conscientes de esta realidad, en La Salud, se ha abierto un Espacio de Silencio para que cualquier persona pueda concederse un momento de recogimiento más allá de sus creencias religiosas. Se trata de facilitar a quien lo desee un lugar de paz en que poder rezar, meditar, o simplemente estar en silencio para rebajar la tensión y el estrés diario y conectar con sus valores y su conciencia.
A pesar de que el espacio está dentro de la capilla del centro hospitalario la idea es que acoja a personas sean o no creyentes y de cualquier confesión. Para ello, se han dispuesto unas sillas bajas que facilitan el recogimiento sobre una alfombra y se ha decorado el espacio con plantas y un cuadro que traslada calma y paz.
Este espacio forma parte del Proyecto de Pastoral del hospital que tiene como uno de sus objetivos que cualquier persona que entre en el centro hospitalario se sienta acogida y atendida en cualquier necesidad no solo física sino también emocional o espiritual.
En este sentido, hace unos meses, el centro puso a disposición de los y las pacientes un Equipo de Acogida para atender cualquier necesidad que pudieran tener: emocionales, espirituales, sociales o simplemente de escucha. “La mayoría de las veces no se trata de organizarles nada. Estar en un hospital como paciente o como como familiar, provoca angustia, sobretodo en caso de padecer una patología grave o de estar ingresado/a en la UCI”, explica la Directora de Pastoral de la cual depende este equipo, María Dolores Mena. “En este sentido a veces solamente necesitan hablar y ser escuchados; otras, necesitan consuelo y sentirse arropados y acompañados”.
Ambos proyectos se enmarcan dentro de los valores con los que se asocia a La Salud: hospitalidad, acogida, honestidad y amabilidad.
“Queríamos que nuestros valores fueran tangibles, que no se quedaran solamente como palabras vacías impresas en nuestros carteles, redes sociales o página web, sino que se trasladaran de verdad a las personas que acuden a nuestro centro”, explica M. Dolores Mena.
La Salud es una Institución sin ánimo de lucro, perteneciente a la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana y forma parte de un Proyecto de Hospitalidad y Salud de alcance universal. La atención en el hospital está inspirada en el respeto a la libertad, dignidad y derechos de la persona – explica María Dolores Mena- desde una propuesta de humanización de la atención sanitaria. Por ello nuestro fin es cuidar a las personas con el mayor cuidado, con todo detalle y con todo amor”
“Lo que pretendemos, más allá de tratar a pacientes -asegura- es responsabilizarnos e implicarnos en mejorar la vida de las personas y valorar y cuidar su dimensión espiritual sean cuales sean sus creencias. Trabajamos para que todas las personas de nuestra Institución pongan a la persona en el centro en toda nuestra relación con ella”.