La vulvovaginitis supone 1 de cada 4 consultas de ginecología pediátrica

Mantener una higiene adecuada de la zona genital, usar jabones neutros, no emplear esponjas o limpiarse correctamente (de delante hacia atrás) con el papel higiénico son hábitos importantes para la prevención

La vulvovaginitis es una inflamación de la vulva y la vagina acompañada de flujo. La secreción vaginal en las niñas, fuera del periodo neonatal o puberal, es siempre anormal, su presencia indica la aparición de una vulvovaginitis.

Es una afección muy frecuente, constituyendo aproximadamente, el 25% de las consultas en ginecología pediátrica. El 60-70% de las vulvovaginitis prepuberales son las denominadas “inespecificas” y normalmente están producidas por gérmenes habituales de la vagina.

Los síntomas son:

• Irritación y picor en el área genital.
• Inflamación, enrojecimiento e hinchazón de los labios y zona perineal.
• Flujo vaginal.
• Mal olor vaginal.
• Molestias o ardor al orinar.

Los factores predisponentes son:

• La falta de hormonas (estrógenos), normal en las niñas en etapa prepuberal.
• Proximidad entre los orificios anal y vaginal.
• Hábitos exploratorios propios de la edad.

Los factores desencadenantes son:

• Higiene inadecuada.
• Contacto con agentes irritantes.
• Uso de jabones inadecuados.
• Ropa interior sintética.
• Ropa demasiado ajustada.
• Lavados frecuentes.
• Parásitos intestinales.
• Presencia de cuerpo extraño.

Prevención:

• Higiene adecuada de la zona genital. Usar jabones neutros. No emplear esponjas.
• Limpiarse correctamente (de delante hacia atrás) con el papel higiénico.
• Lavarse las manos antes y después de ir al lavabo.
• No compartir toallas ni ropa interior.
• Usar ropa interior de algodón.
• No utilizar ropa muy ajustad

Las vulvovaginitis son fáciles de prevenir, pero si aparece algún síntoma que haga sospechar que la niña puede padecer una vulvovaginitis, consulte de inmediato a su pediatra o al ginecólogo. Ellos le proporcionaran las directrices y el tratamiento adecuado.