Si las madres acuden a un taller de lactancia o grupo de apoyo tras el alta hospitalaria, las tasas de abandono de la lactancia materna son pequeñas; 7 de cada 10 continúa amamantando al bebé, aunque sea con lactancia mixta, mientras que, si no acuden, abandonan casi 8 de cada 10.
Son los resultados de un estudio realizado en La Salud con 70 madres (*) y que muestra que, si la madre vive la lactancia materna como una experiencia gratificante, la tasa de abandono es mucho menor. En cambio, si la madre considera la experiencia como no gratificante este abandono se triplica.
“Un buen inicio para la lactancia puede establecer la diferencia entre éxito y fracaso, motivo por el cual es de extrema importancia garantizar el establecimiento satisfactorio de la misma y evitar en lo posible las situaciones adversas”, explica la pediatra Eva Carvajal, responsable de la Unidad de Lactancia Materna en La Salud.
Casi el 35 % de las madres abandonan la lactancia materna en el primer trimestre de vida del lactante. El 27% lo hace el primer mes y solamente 3 de cada 10 bebés que iniciaron la lactancia materna la mantienen a los 6 meses de vida.
El Hospital la Salud cuenta con una Unidad de Lactancia materna que pretende tratar de forma integral cualquier patología, sea física o emocional, que puedan tener tanto la mamá como el bebé o la familia durante el periodo de amamantamiento.
Para ello, la Unidad cuenta con una asesora en lactancia y una pediatra formada en este ámbito, además de estar apoyada, en caso de necesidad, por una psicóloga especializada en mujer lactante para tratar problemas de cansancio, fatiga u otros, consecuencia de dar pecho; por una psicóloga infantil, y por dos cirujanos, uno de mama y otro infantil.
Según su responsable, la pediatra Eva Carvajal, “está orientada a las mamás que quieran dar pecho y tengan algún problema médico o emocional. Para evitar que dejen la lactancia, es importante que se sientan apoyadas por personal sanitario que, además, debe estar preparado para solucionarles cualquier situación con la que se puedan encontrar”.
Los motivos a la consulta a la unidad son múltiples, tanto como los binomios madre-hijos. Entre ellos se encuentran:
La Unidad nace a raíz del taller de lactancia materna que apoya a las madres ingresadas y que lleva funcionando en la Salud desde hace 25 años.
Nos dimos cuenta de que, al alta, 8 de cada 10 mujeres amamantaban a sus bebés pero que, al irse a casa, la cifra bajaba drásticamente hasta un 30%. “Muchas mamás se piensan que dar de mamar es como abrir una botella de leche y echarla en un vaso- asegura Eva Carvajal- pero la realidad es que hay que tener mucha paciencia y dejar que las cosas surjan cuando tienen que surgir”.
El principal motivo para dejar la lactancia es recurrente: “no tengo leche”. Es una frase que se escucha cientos de veces en la consulta de pediatría y que es la falsa creencia de las llamadas “crisis de lactancia” que se producen cuando la madre cree que se ha quedado sin leche pero que se puede superar dándole confianza.
“Hay que dejar que la naturaleza haga su labor- asegura Eva Carvajal-. La leche debe pasar del calostro a la leche de transición y de ahí a la leche madura y en cada momento la leche que generamos es la suficiente para el bebé”. “El problema- asegura- es que cuando amamantas el bebé pide muy a menudo a veces entre 10 y 12 veces, pero eso no supone que la mamá no tenga leche”.
En este sentido, la Dra. Carvajal considera que cualquier madre puede dar de mamar hasta cuando quiera. “Los beneficios que respaldan todos los estudios serios, coinciden en corroborar que estos beneficios aumentan cuanto más tiempo se mantenga, incluso la Sociedad Española de Pediatría recomienda seguir con la lactancia materna hasta los dos años de edad, la americana aconseja el año, y UNICEF recomienda hasta los 6 años. Ha de ser una decisión de la madre, pero como mínimo, debería seguirse durante el primer año de vida o los 2.000 días de la vida de un niño, que equivale a los 3 años de edad, donde todos los profesionales recuerdan la importancia de esos días en la alimentación humana”, asegura.
La realidad es que, con la lactancia materna, la crianza es distinta: pocas horas de sueño seguidas y mucha demanda. Ante esta situación, hay que aprender a ver la parte positiva: “la relación madre-bebé, el apego que se genera y que posteriormente, en la adolescencia, repercutirá en menores problemas durante esa etapa tal y como aseguran diversos psicólogos, y, sobretodo, los beneficios para su salud, son la mejor herencia que podemos dejarles”, asegura Eva Carvajal.
Y para que la lactancia funcione es importantísima la implicación y la comprensión del papá. Su figura es fundamental ya que el bebé pasa a ser muy dependiente de la madre.
La incorporación al mundo laboral después de la baja maternal también es un momento crítico en el que se deja muchas veces la lactancia materna. De hecho, las consultas más frecuentes sobre lactancia materna suelen ser sobre cómo encontrar el momento idóneo para volver al trabajo y cómo compatibilizarlo con la lactancia.
Es cierto que las condiciones laborales en España, los horarios prolongados y una conciliación familiar difícil complican la lactancia materna, pero mantenerla, explica Eva Carvajal, es posible. “Con dos tomas al día y el suficiente aporte en proteínas, vitaminas, etc. se puede mantener la lactancia durante años, no ya a demanda, pero sí en un par de momentos al día.”
Lo que hay que hacer es cambiar el ritmo. Hay que aprovechar las horas de trabajo de la madre para introducir la alimentación complementaria al bebé que pasará a demandar más cuando la mamá esté con él”. Este cambio, implica que la demanda será mayor durante la noche y que la madre no podrá descansar del tirón, pero permite amamantar al bebé tanto tiempo como se quiera. “En este sentido- dice la pediatra responsable de la Unidad- podemos ayudar también a enseñarle a descansar mientras da el pecho y a hacer un correcto co-lecho”