“La gran promesa de la neuromodulación es la curación de las enfermedades mentales”. Así lo dijo ayer el catedrático de Neurología, profesor en la Harvard Medical Schooll de Boston y director del Guttman Brain Health Institute de Barcelona, Dr. Álvaro-Pascual Leone en el marco del 1r curso teórico práctico sobre Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) que se está realizando en el hospital la Salud. Según Pascual-Leone, la EMT está cambiando vidas. “En Estados Unidos- dijo- 25 pacientes con depresión resistente entran en remisión casa día. Esto significa la remisión de la patología en 9.000 pacientes cada año en ese país”.
“Las neuronas no cambian- aseguró- pero sí lo hacen las conexiones neuronales y eso es lo que permite que la Estimulación Magnética Transcraneal funcione. A través de la EMT somos capaces de modular de forma no invasiva las redes neuronales específicas según la enfermedad de cada paciente”.
En este sentido, explicó el catedrático de Neurología, es muy importante localizar a través de la neuronavegación, donde está localizada la red neuronal sobre la que hay que trabajar. A día de hoy, esta tarea la están realizando ya robots que tienen un margen de error de solamente 1 milímetro. “Cuanto más precisa sea la localización, más probable es que los estímulos que apliquemos funcionen como queremos”, sentenció.
Por ello, el mapeo de la red neuronal debe ser individual. Este es el futuro – aseguró-, “usar la diferencia individual”. Es decir, debemos ir cada vez más a una medicina de precisión, a establecer una hoja de ruta según la sintomatología de cada paciente: realizar el estudio de neuromodulación personalizado definiendo síntomas, personalizando la diana y monitorizando los efectos para irlos modificando según funcionen o no. ”Si podemos hacer que los circuitos funcionen bien -auguró el Dr. Pascual-Leone-, los síntomas van a mejorar; cambiando la actividad puede ser que cambie la estructura cerebral y se llegue de esta forma a la curación”.
Para poder personalizar y ser lo más precisos posible es importante combinar distintas terapias como por ejemplo los biomarcadores neurofisiológicos a la hora de medir. Con ellos se puede predecir la respuesta clínica de cada paciente antes de aplicarle el tratamiento y pautar la estimulación basándonos en esa respuesta. “En definitiva- explicó- es como si hubiera una huella dactilar de respuesta a la estimulación para cada sujeto y eso abre la ventana del futuro”.
La Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) está basada en la evidencia para la depresión resistente y, que, tras más de 20 años de uso, con decenas de ensayos clínicos, y habiéndose llevado a cabo más de 1 millón de tratamientos demuestran que es una técnica completamente segura y efectiva. En los ensayos clínicos, 1 de cada 2 pacientes diagnosticados de depresión informan de una mejoría significativa y 1 de cada 3 pacientes están completamente libres de síntomas de depresión tras seis semanas de tratamiento. Está aprobada al igual que la Estimulación Cerebral por corriente directa por la CE para el tratamiento de la depresión resistente a tratamiento, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), las adicciones y la ansiedad asociada a depresión. Por su parte la Estimulación por Corriente Directa está indicada para la depresión y el dolor. En España, su uso es limitado ya que hay muchas dificultades para acceder a una formación de calidad adaptada a las particularidades de la práctica psiquiátrica.
La Unidad de EMT del Servicio de Psiquiatría de La Salud ha organizado hasta mañana sábado 20 de noviembre en el hospital el primer curso intensivo teórico-práctico con intención de capacitar a los psiquiatras en el conocimiento y el uso de estas nuevas técnicas. El curso cuenta con ponentes de primer nivel como el Dr. Pascual-Leone profesional de la Harvard Medical School y director del centro Guttman Brain Health Institute de Barcelona o los Dres. Juan A. Camprodon, Dra. Patricia Cirillo y Dr. Paolo Cassano del Massachusetts general Hospital de Boston.