El infarto de miocardio es una enfermedad provocada por el deterioro y la obstrucción de las arterias del corazón. Cualquier persona puede sufrirlo, pero no todas tienen el mismo riesgo. Aparte de la edad avanzada o del hecho de haber sufrido previamente un evento cardiovascular, hay ciertos hábitos e indicadores que aumentan el riesgo como la diabetes, la hipertensión, el sedentarismo, el tabaco…etc. ¿A qué debemos estar atentos para prevenir un infarto?
“Las personas mayores de 20 años deberían medir su colesterol, al menos, cada 5 años y a partir de los 40, cada año o cada dos años como mucho”, asegura el cardiólogo de La Salud Alfonso Valle. Hay que tener en cuenta que no es un indicativo válido el valor total del colesterol. Hay que fijarse bien en las fracciones de colesterol ( LDL y el HDL).
“El LDL es el que llamamos colesterol malo- explica el Dr. Valle-; es el que se acumula en las arterias y las obstruye”. “En cambio-asegura- el HDL es bueno porque ayuda a eliminar el colesterol de las arterias”.
Por lo tanto, es importante saber cual son los niveles recomendables en cada paciente que varían en función del riesgo cardiovascular para establecer objetivos y pautas cardiosaludables, junto a tratamiento médico en casos necesarios. Así, un paciente de muy alto riesgo como un diabético con afectación de otro órgano o un paciente con un ictus o un infarto requiere un LDL< 55, en cambio un paciente de alto riesgo su objetivo será LDL< 70 o de riesgo intermedio de 100mg/dl.
También hay que tener en cuenta el nivel de triglicéridos que son otro tipo de grasa en sangre que puede aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca especialmente en las mujeres. Un nivel normal de triglicéridos es menor a 150 mg/dL.
Los niveles elevados de glucosa en la sangre también son un factor de riesgo clave. La diabetes se define como niveles en sangre de manera repetida por encima de 126mg/dl o HbA1c> 6.5 %. Como en el resto de factores de riesgo, es clave la prevención, el estlilo de vida basado en la actividad deportiva moderada (300 min semana de ejercicio moderado) y una dieta mediterránea. A día de hoy, contamos con la suerte de tener tratamientos que, junto al control de la glucemia, protegen al paciente del riesgo aumetando de eventos cardiovasculares.
La HTA es el factor de riesgo en el mundo que condiciona mayor mortalidad. La presión se lee con dos cifras: alta y baja. Es normal cuando la presión arterial es menor a 120/80 mm Hg y es alta cuando uno o ambos números de la presión arterial son mayores de 130/80 mm Hg.
Los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad y por ello es habitual que a medida que se envejece, suba la presión arterial. El estrés, la obesidad, el alcohol, el tabaco… son factores de riesgo que facilitan sufrir hipertensión.
Según el cardiólogo Alfonso Valle, “mantener a raya los factores de riesgo no tiene mayor secreto que el de llevar unos hábitos de vida saludables