La Organización Mundial de La Salud (OMS) considera la diabetes como la epidemia del siglo XXI, representando una grave amenaza para la salud de la población mundial.
España no es ajena a esta tendencia preocupante. La Sociedad Española de Diabetes, cifra el número de afectados en algo más de 5 millones. Sorprendentemente, casi un tercio no están diagnosticados porque no conocen los síntomas de la diabetes y cuando no se detecta o no se trata adecuadamente, la diabetes puede causar complicaciones graves.
El 90% de las personas con diabetes presentan una diabetes tipo 2, un tipo que a menudo puede prevenirse. En definitiva, un diagnóstico temprano y el acceso a un seguimiento adecuado para todos los tipos pueden evitar o retrasar las complicaciones a las personas que padecen la enfermedad.
La diabetes es una enfermedad metabólica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre debido a la incapacidad del cuerpo para producir o utilizar adecuadamente la insulina. Esta hormona es fundamental para regular el azúcar en sangre y convertirlo en energía.
Los principales síntomas de la diabetes en adultos son: aumento de la sed y la micción (ganas de orinar) y aumento del apetito. Muchas veces, estos síntomas no se asocian con la diabetes. Pero hay otros que también son comunes:
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En los niños, los síntomas pueden ser más difíciles de detectar, pero los más frecuentes son el aumento de la sed, micción frecuente, fatiga, pérdida de peso y aliento afrutado o agrio (hálito cetónico).
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Las mujeres experimentan síntomas similares a los hombres, aunque es frecuente que puedan sufrir infecciones vaginales recurrentes.
Existen dos tipos principales de diabetes:
Los síntomas pueden aparecer repentinamente e incluyen:
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunológico ataca por error las células en el páncreas que producen insulina. Aunque se desconocen las causas exactas, se cree que factores genéticos (antecedentes familiares) y ambientales (exposición a ciertos virus) pueden desencadenarla.
De otro lado, si bien la genética puede desempeñar un papel importante en la susceptibilidad a la diabetes tipo 2, los factores de estilo de vida son cruciales en su desarrollo, como:
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La detección temprana de la diabetes es crucial para un tratamiento adecuado. El método más eficaz para detectar la diabetes es un análisis de sangre. Por ello es tan importante para las personas con factores de riesgo (obesidad, antecedentes familiares, etc.) hacer revisiones con regularidad que incluyan una analítica en sangre.
Además, es importante saber reconocer los síntomas de hipoglucemia (azúcar baja) y la hiperglucemia (azúcar alta)
La hipoglucemia supone que los niveles de azúcar en sangre caen por debajo de lo normal porque una persona con diabetes ha tomado demasiada insulina, no come lo suficiente o realiza ejercicio físico intenso. Las señales más comunes son:
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Es importante actuar rápidamente ante los síntomas de la hipoglucemia para evitar problemas mayores (convulsiones, pérdida de conocimiento, etc.), consumiendo alimentos o bebidas que contengan carbohidratos, caramelos o zumos de frutas.
La hiperglucemia se produce cuando los niveles de azúcar en sangre son demasiado altos porque el cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza de manera eficiente. Se manifiesta con:
La hiperglucemia prolongada puede tener consecuencias graves y producir daños en riñones, ojos y corazón.
La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que se desarrolla durante el embarazo, pudiendo afectar la salud tanto de la madre como del bebé. Está causada por cambios hormonales, factores genéticos y factores del estilo de vida. Normalmente, desaparece después del parto.
Los síntomas de la diabetes gestacional pueden ser difíciles de detectar ya que a menudo no son evidentes. Algunas mujeres pueden experimentar síntomas similares a los de la diabetes tipo 2 como aumento de la sed, micción frecuente y fatiga.
Durante el embarazo es fundamental que las mujeres con diabetes gestacional reciban un cuidado médico especializado para controlar su glucosa en sangre y prevenir complicaciones futuras.
Mantener un peso saludable durante el embarazo puede ayudar a prevenir complicaciones en el parto como la macrosomía (que el bebé al nacer sea mucho más grande).
Una dieta equilibrada y saludable desempeña un papel fundamental en el tratamiento efectivo de la diabetes. Adoptar hábitos alimenticios adecuados puede ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre, reducir el riesgo de complicaciones y mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes.
Algunas recomendaciones nutricionales clave para una dieta adecuada para la diabetes: