El tabaco puede ser mortífero para los no fumadores. La exposición al humo de tabaco ajeno también guarda relación con resultados de salud adversos, y provoca anualmente 1,2 millones de defunciones según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Casi la mitad de todos los niños respiran aire contaminado por humo de tabaco, y cada año mueren 65.000 niños por enfermedades relacionadas con el humo de tabaco de los demás. El consumo de tabaco durante el embarazo puede ocasionar además algunos trastornos de salud permanentes a los bebés.
La nicotina contenida en el tabaco es sumamente adictiva y su consumo es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como de más de 20 tipos o subtipos diferentes de cáncer y muchas otras enfermedades debilitantes. Cada año se registran más de 8 millones de defunciones relacionadas con el consumo de tabaco.
Por ello y para ayudar a que las personas fumadoras dejen el hábito, La Salud ha abierto una consulta de tabaquismo que dirige el Dr. Luis Cabanes, neumólogo de la Clínica Galbis. “En los tiempos que vivimos de pandemia por la enfermedad de COVID-19, pasamos por alto que, el tabaquismo probablemente haya constituido la mayor epidemia del siglo XX y seguirá siéndolo durante el siglo XXI, alcanzado dimensiones de una pandemia global”, explica el Dr. Cabanes.
“El tabaquismo es una enfermedad crónica adictiva que en la mayoría de los casos se inicia en la adolescencia y se mantiene por la dependencia que produce la nicotina. Está demostrada la relación que existe entre el consumo de tabaco y las principales enfermedades crónicas, además constituye la primera causa de muerte evitable en los países desarrollados”, asegura el Doctor.
Existen también evidencias sobre la reducción del riesgo de muerte por dichas enfermedades tras la cesación del consumo de tabaco y aumenta significativamente la calidad de vida. De hecho, tras 10-15 años de deshabituación tabáquica, el riesgo de cáncer de pulmón, así como de cardiopatía isquémica prácticamente se equipara al de los no fumadores.
Según el Dr. Cabanes, “está claro que los beneficios de dejar de fumar sobrepasan en mucho a los riesgos asociados al incremento de peso o a los efectos adversos psicológicos que se pueden producir al dejar el tabaco, y ambos pueden evitarse con un seguimiento personalizado del proceso de deshabituación tabáquica por parte de especialistas como neumología, psicología y endocrinología”.
Por eso es de vital importancia la prevención primaria, así como las medidas de deshabituación tabáquica en pacientes fumadores activos. En este sentido, el trabajo de la consulta de tabaquismo consiste en la evaluación general del paciente proporcionando:
Según la OMS, los sistemas electrónicos de administración de nicotina y los sistemas electrónicos sin nicotina, conocidos comúnmente como cigarrillos electrónicos, no contienen tabaco y pueden contener nicotina o no, pero son nocivos para la salud y, sin duda alguna, inseguros.