El tabaquismo es el culpable del 25% de todas las muertes por cáncer y el consumo de tabaco es el principal factor de riesgo para el desarrollo del cáncer de pulmón, incrementándose en pacientes con EPOC o enfisema.
La mejor vía para el control del cáncer de pulmón es la prevención primaria, el cese del hábito tabáquico o mejor todavía, evitar su consumo y concienciar a la población de riesgo de los enormes perjuicios para su salud y de quienes les rodean si se inician en el consumo del tabaco.
Con todo ello e incluso después de dejar de fumar, los fumadores con alta carga tabáquica tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. De hecho, el 80% de los cánceres de pulmón lo sufren ex-fumadores.
Si el hábito está creado y el paciente es un fumador habitual o ha dejado de fumar recientemente, es necesaria una prevención secundaria, un control de la situación por parte de los especialistas que permita diagnosticar a tiempo cualquier síntoma de cáncer de pulmón.
Para ello disponemos de un programa de cribado o screening de cáncer de pulmón, que sumado a los programas de concienciación contra el tabaco, juegan un rol muy importante en la reducción de la mortalidad por esta enfermedad.
En de los países desarrollados, como Estados Unidos y China, tienen establecido un programa de cribado de cáncer de pulmón para toda su población. En cambio, en Europa estos programas que cada país realiza, incluyen o no, el cribado o screening de cáncer de pulmón de según su criterio sanitario.
En Estados Unidos, el programa US Preventive Services Task Force recomienda realizar una Tomografía Computarizada (TAC) una vez al año en pacientes de entre 50 y 80 años, que hayan fumado al menos el equivalente a un paquete de cigarrillos al día durante 20 años y haber sido fumadores durante los últimos 15 años.
A nivel internacional (con participación de 2 centros españoles) existe el programa I-ELCAP (Early Lung Cancer Action Program) que persigue la detección precoz del cáncer de pulmón en estadios iniciales; su población objetivo varía entre centros.
En nuestro Hospital ofrecemos la posibilidad de realizar el screening de cáncer de pulmón a pacientes de ambos sexos, con edad mayor o igual a 55 años con un consumo de tabaco acumulado equivalente a un paquete al día durante 30 años o, en el caso de presentarse factores de riesgo añadidos, durante más de 20 años y que hayan sido fumadores en los últimos 15 años. Todo ello con el objetivo de detectar la enfermedad en fases potencialmente curables y no en fases avanzadas con pocas probabilidades de supervivencia.
El screening consiste en una primera consulta para elaboración de la historia clínica, que incluye realización de una spirometría y la realización de un TAC de baja dosis de radiación. En una segunda consulta final, se valoran los resultados del TAC y se dan las recomendaciones oportunas y pautas para nuevas pruebas o interconsultas, si fuese necesario.
Este sencillo proceso viene a dar luz sobre el estado real de los pulmones tras el consumo del tabaco y alerta con suficiente antelación para actuar sobre estados más avanzados del cáncer de pulmón.
Además, el hospital ofrece una consulta de tabaquismo que ayuda a las personas que lo deseen a dejar el hábito de una forma controlada.