Geriatría

Profesionales de la especialidad

Geriatría

En esta Unidad nos encargamos de la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación de las personas mayores.

Realizamos una valoración integral de los mayores para potenciar su autonomía e independencia durante el mayor tiempo posible. 

Creemos firmemente que la edad no es lo más importante, sino conservar una buena salud tanto física como mental y social.

No tratamos solamente patologías, sino que atendemos a la persona de forma integral y prestamos atención a todos los problemas que pueda tener tanto ella como sus familiares al cuidarla. 

Patologías

Valoración geriátrica integral

Intentamos determinar los problemas médicos del adulto mayor, sus capacidades funcionales, físicas, psicológicas y sociales. De esta forma se pueden prevenir mejor situaciones indeseadas o patologías. Cualquier persona puede realizarse esta valoración, aunque el “anciano frágil” es quien sacará de ella mayores beneficios. Se entiende como anciano frágil a aquella persona que sufre alguna o varias de estas situaciones:

Múltiples enfermedades crónicas; tomar múltiples fármacos; limitación en su capacidad física, cognitiva, emocional; problemas de memoria; aislamiento social; viudedad reciente; caídas; ingresos hospitalarios o visitas a Urgencias; alta edad; ingreso en Residencia; complicaciones en sus enfermedades

¿Cuándo consultar a un geriatra?

Necesitas consultar a un geriatra si presentas más de dos de las siguientes características: 

  • Eres mayor de 75 años 
  • Tienes problemas de cansancio, debilidad o pérdida de peso 
  • Estás diagnosticado de varias enfermedades 
  • Tomas varios medicamentos al día 
  • Notas problemas de memoria 
  • Has tenido  más de una caída en los últimos meses. 
  • Has estado ingresado en el hospital recientemente
  • Has empezado con alguna dependencia en tu día a día.

Atención a la Enfermedad de Alzheimer y otras demencias

Todas las personas con demencia tienen un problema de memoria que puede ir acompañado de trastornos del lenguaje, de la orientación visual y espacial, de la realización de tareas, de la planificación, secuenciación y ejecución de las mismas.

En estos casos, disponemos de talleres de memoria para mejorar y retrasar el deterioro cognitivo. 

Ante un diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer ofrecemos una atención global y coordinamos la atención de la salud porque esta enfermedad raramente aparece sola. Normalmente convive con otras patologías como hipertensión, diabetes, colesterol, osteoporosis…etc.

Además, integramos también a las familias en el cuidado y tenemos un programa específico de formación para ellos sobre esta patología degenerativa.

Dolor

Es un síntoma muy frecuente en muchas de las enfermedades de las personas mayores. No solo aparece en enfermedades sino también como efecto de algunas situaciones frecuentes, por ejemplo, la inmovilidad.

  • Siempre hay que hacer una valoración del dolor porque prácticamente siempre se puede eliminar o al menos disminuir su intensidad de un modo importante.
  • Debemos saber si es curable con tratamiento, o si es un dolor crónico que debemos tratar para eliminar o al menos mitigar.
  • En cada visita hay que revisar los fármacos utilizados para su control. Si no son eficaces se modifica el fármaco o la dosis, y si son eficaces se evalua si siguen siendo necesarios.
  • Se valoran siempre los efectos secundarios que estos fármacos pueden estar produciendo y como se pueden evitar o disminuir.
  • Hay que introducir los fármacos de uno en uno para saber si tenemos un problema, cual es el que lo está produciendo.
  • Hay que informar a paciente y familiares al iniciar un nuevo tratamiento, qué efectos secundarios podemos esperar y qué hacer en caso de que alguno de ellos aparezca.

Caídas

Las caídas son muy frecuentes en las personas mayores. Hay que estar atentos a ellas porque ser un síntoma de alguna enfermedad. Se producen frecuentemente en el baño o dentro de casa. 

Se pueden deber a:

Alteraciones oculares, auditivas y del sistema nervioso central, existencia de discapacidades, de alteración de la marcha o inestabilidad, fármacos que estemos tomando, la presencia de caídas previas, inactividad o alteraciones nutritivas… o a factores extrínsecos como medicamentos y factores ambientales (objetos en el camino, alteraciones del calzado, falta de iluminación, falta de adaptaciones en el domicilio y todo tipo de barreras arquitectónicas dentro y fuera del domicilio)

Es muy importante prevenirlas y encontrar la causa que las provoca.

Ejercicio

La sarcopenia es la pérdida de la masa muscular que, generalmente, es sustituida por grasa. Favorece mucho la fragilidad de las personas mayores y provoca que tengan más riesgo de contraer enfermedades agudas y complicaciones de salud.

Por ello es fundamental hacer ejercicio adaptado a cada edad y previo examen médico que garantice que no hay riesgos para realizarlo, Nunca es tarde para empezar a moverse. No sólo ayudará a mantener el tono muscula,r sino que las endorfinas que se generan cuando lo hacemos, ayudará también a las personas mayores a estar más contentas y probablemente a necesitar menos medicación.                        

Aspectos nutricionales

Suelen ser uno de los grandes olvidados en las personas mayores. Existen importantes aspectos que influyen en la nutrición de los mayores, desde aspectos económicos por los precios de ciertos alimentos, hasta las dificultades derivadas de su masticación, sin olvidar los gustos personales y los cambios gustativos derivados del envejecimiento.

Tendemos a pensar que la dieta mediterránea es la apropiada para nuestra alimentación. En las personas mayores, especialmente cuando existe sarcopenia (pérdida de masa muscular) y queremos recuperar la misma, además de  prescribir ejercicio, son dietas hiperproteicas las más apropiadas para estos casos.

La desnutrición proteica suele ser frecuente en este grupo de edad. Hay que aumentar el aporte proteico sin olvidar las frutas, verduras, legumbres y todos los alimentos propios de nuestra alimentación mediterránea. 

Tampoco debemos olvidar que suelen saciarse antes de lo que lo hacían y es recomendable que realicen varias ingestas diarias. Pequeñas cantidades y con mayor frecuencia. Frecuentes son las largas horas de ayuno nocturno debidas a escasas cenas, a hora temprana, con desayunos bastante tarde que suponen más de 12 horas de ayuno. Lo cual tampoco es recomendable por las hipoglucemias que induce. Intentar introducir alguna sugerencia de pequeño resopón antes de acostarse.

Mención aparte merecen los líquidos. Son varias las causas que hacen que tiendan a beber menos y es fundamental que beban al menos un litro y medio al día.

 

Más información: https://geriatriavalencia.jimdofree.com/