La Salud ha puesto en marcha una Unidad de Cirugía Robótica que cuenta con un robot quirúrgico Da Vinci. Una tecnología puntera que mejora los resultados, precisión y seguridad de la actividad quirúrgica.
El robot Da Vinci supone una importante inversión en tecnología y calidad asistencial. Este sistema robótico es la plataforma más innovadora en la actualidad para cirugía mínimamente invasiva. En La Salud, de momento se van a realizar cirugías ginecológicas y urológicas, aunque a medio plazo se realizarán también intervenciones de Cirugía General y Aparato Digestivo, Cirugía Torácica y Otorrinolaringología.
El robot da Vinci ha supuesto un gran avance en las cirugías ginecológicas y están experimentando un gran crecimiento las patologías con posibilidad de ser tratadas con cirugía robótica. Es una tecnología altamente indicada para la extirpación del útero (histerectomía simple o histerectomía radical, parcial o total) para el cáncer de cérvix o de cuello uterino y para tratar el cáncer de endometrio y del cuello uterino. La cirugía robótica también aporta excelentes resultados en el tratamiento de la endometriosis.
“La decisión de operarse nunca es fácil. Existen riesgos incluso para los procedimientos simples que son minimizados en función de la destreza de su cirujano y el de la selección de las herramientas tecnológicas adecuadas. Esto es de especial importancia en cirugías complejas como es el caso de la endometriosis profunda o el cáncer ginecológico”, explica el Dr. Juan Gilabert responsable del área de Ginecología de la unidad de cirugía robótica, que realizará las intervenciones ginecológicas en La Salud.
“Es importante -añade- garantizar la seguridad del paciente y minimizar la invasión para facilitar una mejor recuperación. En este sentido, la incorporación de la tecnología robótica ha supuesto una auténtica revolución tanto para la paciente como para el cirujano/a. Su incorporación al Hospital La de Salud y su utilización por equipos multidisciplinares expertos en su manejo sitúa a nuestro centro a la vanguardia tecnológica en beneficio de las pacientes”, añade.
Hay mucha evidencia científica que avala su uso en Urología, sobretodo en procedimientos como la prostatectomia radical, donde se objetiva menores tasas de impotencia e incontinencia que en la cirugía abierta y/o laparoscópica.
“El robot -explican los profesionales de la Unidad de Urología de La Salud– nos permite un fácil acceso a las anatomías complicadas, una excelente visualización de los puntos de referencia y planos anatómicos, una mayor precisión en el procedimiento de disección anatómica, aumentando el control y reduciendo las pérdidas sanguíneas y una mayor precisión reconstructiva, lo cual garantiza una mejor funcionalidad en el postoperatorio y una vuelta más rápida a las funciones naturales”.
Además, el da Vinci ofrece la posibilidad de seleccionar diferentes niveles de precisión en los movimientos quirúrgicos, elimina el posible temblor fisiológico y permite reducir el tiempo operatorio respecto a la laparoscopia para el mismo tipo de intervención.
El robot da Vinci ofrece una gran precisión al cirujano en la extirpación del cáncer y permite que la operación sea lo más segura y lo menos invasiva posible. Hay que tener en cuenta que el robot ayuda, pero no serán efectivo si no lo manejan manos experimentadas. En este sentido, tanto los urólogos como los ginecólogos acreditados de La Salud tienen una contrastada experiencia en cirugías complejas con el robot Da Vinci. Suman más de 200 procedimientos con esta tecnología.
Desde que recibió la aprobación en Estados Unidos en 1999, el sistema quirúrgico da Vinci encontró una rápida aceptación como una herramienta quirúrgica superior. Con el robot, el cirujano no opera directamente sobre el paciente, sino que lo hace sentado en una consola desde donde maneja virtualmente unas pinzas. La visión en tres dimensiones con un aumento de hasta 10 veces, permite al clínico trabajar con una gran precisión. El sistema traduce los movimientos de las manos del médico en impulsos que son trasmitidos de forma literal a los brazos robóticos permitiendo llegar a zonas de difícil acceso.
“El sistema da Vinci proporciona al cirujano un control sin igual, ya que las herramientas quirúrgicas robóticas pueden moverse de formas que una mano humana no puede, y con gran precisión. Esto significa incisiones más pequeñas y menos daño a las paredes musculares y otros tejidos que rodean el objetivo”, explica el Dr. Gilabert.
“Las ventajas del robot son incuestionables para el paciente –aseguran los urólogos- no solamente por la menor probabilidad de impotencia e incontinencia en el caso de las intervenciones urológicas, sino también porque al realizarse pequeñas incisiones los resultados estéticos son mejores respecto a la cirugía abierta, hay una menor necesidad de transfusiones , menor dolor postoperatorio y menor tiempo de estancia en el hospital que se reduce si todo va bien a 48h. lo cual permite una vuelta más rápida a las actividades normales”.
El sistema da Vinci consta de 3 componentes: la consola quirúrgica, el carro del paciente y la torre de visión.
Mediante la consola, posicionada fuera del campo estéril, el cirujano controla el endoscopio 3D que muestra una imagen tridimensional del campo operatorio y los instrumentos.
El carro del paciente es el componente operativo del sistema da Vinci y se compone de 4 brazos destinados a soportar el instrumental quirúrgico y el endoscopio. En la parte posterior, dispone de un teclado táctil y los mandos para la selección de la tipología de intervención, en función de la cual se posicionarán automáticamente los brazos.
La torre de visión contiene la unidad central de elaboración y procesamiento de la imagen a través de un monitor de pantalla táctil, un electrobisturí y un sistema de video en alta definición.
El sistema quirúrgico da Vinci es un avance puntero de ABEX Excelencia Robótica y es esencial en un gran número de cirugías, siendo especialmente idóneo en aquellas que tienen un alto grado de complejidad, en las que el campo operatorio es limitado y de difícil acceso, así como en las maniobras quirúrgicas que necesitan de una elevada precisión.
Desde su lanzamiento en 1999, el número de intervenciones realizadas con este robot ha ido incrementando. A día de hoy ya se han realizado en el mundo 8,5 millones de cirugías con esta tecnología.