Más de 100 bebés han nacido en la sala de parto respetado de La Salud

• “Una experiencia 100% recomendable” según las mamás y papás que la han usado
• La Maternity Room cuenta con bañera, lianas, cama articulada, silla de parto y pelota para favorecer la libertad de movimiento durante el proceso de parto
• La sala ofrece cromoterapia, difusores de aceites esenciales y música para conseguir una experiencia de parto con los 5 sentidos
• La mamá puede estar acompañada por las personas que ella decida en todo momento
• Inmediatamente después de dar a luz se favorece la piel con piel, el pinzamiento tardío del cordón umbilical y el inicio precoz de la lactancia materna.

Desde que se abrió la Maternity Room en La Salud hace un año han nacido en ella más de 100 bebés. Se trata de una sala de dilatación de bajo riesgo y de parto que ofrece la posibilidad de disfrutar de un parto natural, humanizado, mínimamente intervenido y que respete los tiempos y decisiones de la mamá.

La sala se ha diseñado para que la embarazada se sienta en un entorno cálido e íntimo, lo más parecido posible a su casa con el objetivo de favorecer una experiencia de parto que abarque los 5 sentidos. La Maternity Room cuenta con cromoterapia y regulador de intensidad de luz, con difusores de aceites esenciales para favorecer la relajación y con música que cada persona podrá elegir. Además, el hospital permite que la mamá esté acompañada de la persona o personas que ella quiera.

Sara y Marc

Sara y Marc dieron a luz a Jimena en la sala de parto respetado de La Salud, la Maternity Room. No olvidarán nunca la experiencia. “El parto fue impresionante, súper acogedor. La sala de la Maternity Room es preciosa, la atención ha sido una pasada y estamos súper contentos. La experiencia no se nos va a olvidar. La recomiendo a todo el mundo. Si quieres tener un parto naturalizado, respetado y en una sala súper acogedora, es 100% recomendable”, explica Sara, la mamá.

Para el papá, Marc, el equipo le dio mucha confianza y tranquilidad. “el trato-asegura-fue increíble, como estar en el comedor de casa”.

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Mariam y Erik

Mariam y Erik también dieron a luz a su hijo Luca en la sala. “La experiencia de dar a luz y dilatar en la Maternity Room fue un acierto. Hasta que no pruebas la sala, no te imaginas hasta qué punto es acogedora”. Así explica Mariam sus sensaciones. “Al ser una cesárea, pensábamos que todo iba a ser frío- asegura-, pero no fue así. Fue todo muy humano, todo el personal estaba pendiente de mí en todo momento y la sala permite que todo sea más íntimo y personal. “

“No es un quirófano ni una habitación de hospital, es una sala con luz ténue, muy bien decorada… tenía lo que pedía en casa momento. La verdad es que la experiencia fue muy bien. Ayuda mucho el hecho de que tu pareja pueda estar en todo momento contigo. Es un plus que no todos los hospitales tienen y que para mí era esencial”, añade.

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Reducir el estrés

Se trata, según explica Amparo Lacalle, una de las matronas de la Maternity Room, “de favorecer la liberación de oxitocina y endorfinas que son las hormonas que facilitan el parto y de reducir al máximo el nivel de estrés que puede generar la estancia en un hospital”.

Durante el proceso de dilatación la mamá tiene total libertad de movimiento para que busque la postra que le es más cómoda en cada momento. Se intenta respetar y satisfacer sus deseos en el ambiente más acogedor posible siempre y cuando no supongan ningún peligro ni para su vida ni para la del bebé.

La sala pone a disposición de la mamá distintas herramientas para que decida cuales quiere usar en cada momento para aliviar el dolor: desde una cama articulada que se adapta a cualquier posición, lianas para hacer fuerza, descolgarse y empujar mejor además de favorecer la postura vertical, una silla de partos para poder estar en cuclillas sin hacer fuerza y abrir de esta manera la pelvis o una pelota que ayuda en las primeras fases porque moviliza la pelvis.

Bañera

Además, la Maternity Room cuenta con una bañera obstétrica con agua caliente que actúa como analgésico y favorece la flotabilidad y libertad de movimiento. El objetivo no tiene por qué ser dar a luz en el agua si la mamá no lo desea, sino sobrellevar mejor el trabajo del parto. En el momento del expulsivo puede decidir quedarse en la bañera o salir de ella.

Durante todo el proceso, el equipo de matronas del Maternity Room hace una monitorización intermitente con telemetría (sin cables) para asegurarse de que no hay sufrimiento fetal y que todo va correctamente.

En caso de que los elementos de la sala no sean suficientes para aliviar el dolor, se ofrecen distintas opciones para aliviarlo de forma natural como la inhalación con una pipeta de óxido nitroso cuando llegue una contracción o una inyección de agua esterilizada entre el sacro y la pelvis que alivia el dolor lumbar.

Inmediatamente después de dar a luz, sea en el agua o fuera de ella, se favorece el contacto piel con piel, el pinzamiento tardío del cordón umbilical y el incio precoz de la lactancia materna.

Estar en una sala de parto respetado dentro de un centro hospitalario garantiza una mayor seguridad, ya que La Salud cuenta con quirófanos, UCI de adultos y neonatal y ginecólogos de presencia que pueden actuar ante cualquier eventualidad.