Uno de los problemas de salud infantil que merece especial atención es la acumulación de mocos en el oído de los niños, ya que puede causar molestias e incluso problemas auditivos si no se trata adecuadamente.
Como sabemos que este tema plantea muchas dudas a los padres, vamos a explicar en detalle todo lo relacionado con la prevención, los síntomas a tener en cuenta y los tratamientos disponibles.
Existen dos tipos de otitis en niños: la otitis externa y la otitis interna. Los síntomas, origen y tratamiento son distintos en cada caso.
La otitis externa es una infección del conducto auditivo externo, también conocida como otitis del nadador. Suele ser producida por la exposición prolongada al agua, normalmente al agua de las piscinas. Es un tipo de infección muy común en verano.
Los síntomas de la otitis externa en niños pueden ser: dolor de oído, enrojecimiento o hinchazón del conducto auditivo externo, sensibilidad al tacto. En algunos casos, dificultad para oír. Este tipo de otitis rara vez produce fiebre.
La otitis media aguda o interna es una inflamación aguda provocada por una infección de oído en los niños.
Tiene lugar por la acumulación de líquido detrás del tímpano, generalmente, debido a una obstrucción de las trompas de Eustaquio. Esta obstrucción puede deberse a una infección viral o bacteriana, alergias o inflamación debido a un resfriado común. Por eso, la otitis en niños es tan temida cuando llega el invierno y el frío.
Los síntomas, en este caso, son dolor de oído intenso, fiebre, irritabilidad y dificultad para dormir.
Si no se trata, esta otitis se puede complicar y además de los síntomas ya expuestos se añadiría la secreción de mocos del oído, pérdida de audición y en algunos casos dolor de oído recurrente.
La llamada otitis secretora a menudo se da en los más pequeños y es una causa frecuente de hipoacusia. Todas las sorderas tienen tratamiento si se detectan precozmente y se tratan de forma correcta.
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Una causa frecuente de sordera en los niños/as es la otitis secretora. Está provocada por acúmulo de moco en el oído medio.
“Gracias a la medicina preventiva realizada por pediatras y otorrinolaringólogos, su incidencia ha disminuido mucho y su tratamiento ha mejorado”, asegura el Jefe de Otorrinolaringología de la Clínica Barona en La Salud, Dr. Rafael Barona.
Sin embargo, -añade- “los padres y madres deben estar atentos para realizar las revisiones periódicas necesarias, ya que es un problema que no se ve, que no duele y avanza lentamente. Hay que adelantarse a su aparición y si se detecta tratarla precozmente”.
Los oídos son propensos a acumular mocos de forma regular, un proceso en el que la trompa de Eustaquio expulsa el exceso de mocos sin mayor problema. Sin embargo, hay ocasiones en que la trompa de Eustaquio se inflama o hay un aumento en la producción de mocos, que no se pueden eliminar y se acumulan en el oído.
Cuando esto sucede, aumenta la presión en el tímpano generando el dolor de oído en los niños. Debido a esa presión, la membrana del tímpano puede romperse haciendo que el moco salga al exterior, en forma de una secreción amarillenta.
Las causas que pueden desencadenar una acumulación de mocos en el oído son diversas:
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Aliviar el dolor de oído en niños es una preocupación para los padres. Los analgésicos y antiinflamatorios pueden ser eficaces.
En algunos casos, se pueden recetar gotas óticas para aliviar el dolor causado por la otitis en niños. Estas gotas pueden contener analgésicos, antiinflamatorios o antibióticos. Es importante consultar al médico para que los recete y seguir las indicaciones de dosificación específicas para la edad y peso del niño.
Un remedio casero consiste en aplicar compresas tibias en el oído afectado. Esto puede ayudar a aliviar el dolor de oído en los niños y reducir la inflamación. Asegúrate de que la compresa no esté demasiado caliente para evitar quemaduras.
Mantener la cabeza elevada puede ayudar a reducir la presión en el oído afectado y aliviar el dolor. Evitar acostarse sobre el oído dolorido también puede ser beneficioso.
Para reducir el riesgo de infecciones del oído, especialmente la otitis en bebés, es recomendable seguir estos consejos prácticos:
Si tu bebé está muy irritable, llora con frecuencia, tiene fiebre, le supura líquido por el oído o tiene dolor de oído, acude al médico de inmediato. No le administres ningún medicamento sin prescripción médica y sigue sus indicaciones.
Descubre cómo el uso de tapones puede facilitar la otitis en lugar de prevenirla.
Hoy en día, hay que tener en cuenta, según el Dr. Barona, que “las sorderas, tienen tratamiento en todos los casos. Lo más importante es realizar un diagnóstico precoz, dar con el tratamiento adecuado y programarlo en estrecha colaboración entre médico y paciente”.
Cuando hablamos de niños, sobre todo de recién nacidos, la tecnología ha aportado la mejor de las soluciones: los implantes cocleares. “Aunque siguen naciendo niños sordos– apunta el Dr. Rafael Barona-, tras una intervención de implante coclear serán capaces de oír de forma normal. Podemos decir que la sordera de nacimiento ha desaparecido siempre que se trate de forma precoz y adecuada”.
Fue en 1957 cuando los doctores Djourno y Charles Eyries en Francia hicieron el primer intento de implante coclear. Posteriormente, gracias a los trabajos de William House en los años 60, otorrinolaringólogo de Los Ángeles, fue cuando se abrió definitivamente la puerta a los implantes cocleares que actualmente se utilizan y de los que se benefician miles de niños.
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Es fundamental prestar atención a los síntomas de la otitis en bebés y niños y buscar atención médica si se sospecha que hay una infección. Un tratamiento oportuno puede ayudar a aliviar el malestar y prevenir complicaciones.
Para diagnosticar la otitis en bebés, el procedimiento es muy sencillo. El pediatra intentará visualizar el tímpano con un otoscopio para poder comprobar si el tímpano está inflamado, si ve alguna perforación y si hay acumulación de moco. En función de la gravedad de la sintomatología, decidirá el tratamiento más adecuado.
La sordera puede ser debida no solo a procesos del oído sino también a procesos cerebrales, llamados alteraciones del Procesamiento Auditivo Central. Es conveniente a partir de cierta edad hacer algunos test más complejos que la simple audiometría convencional.
Algunos de estos test miden el nivel tonal y vocal, test como Potenciales Evocados Auditivos, test de habla en ruido, temporales o test dicóticos (de habla simultánea y complementaria en los dos oídos).
“Estos test– explica el Dr.- nos ayudan a conocer la maduración y transferencia entre los hemisferios cerebrales, cuyo tratamiento precoz nos ayuda a prevenir y tratar procesos tan importantes como la demencia precoz causa fundamental del aislamiento y la depresión en estas edades”.