El verano trae consigo días soleados y altas temperaturas, pero también un aumento en los casos de gastroenteritis y diarrea.
Estos problemas gastrointestinales se vuelven más comunes durante la temporada estival debido a varios factores que van desde el calor extremo hasta cambios en los hábitos alimenticios.
En este artículo, explicaremos las causas detrás de la gastroenteritis y la diarrea por calor, los síntomas que debes vigilar y las mejores estrategias para prevenir y tratar estas molestias.
Conoce nuestra unidad de Gastroenterología en Valencia de La Salud Hospital.
Durante el verano, las altas temperaturas facilitan la alteración de los alimentos y, en algunos casos, la ruptura de la cadena de frío, lo que favorece el aumento de virus y bacterias.
Este fenómeno es una de las principales causas de gastroenteritis por calor. En vacaciones es más fácil descuidar el origen y estado de los alimentos y bebidas que consumimos, lo que puede desembocar en trastornos gastrointestinales, incluida la diarrea por calor.
No es necesario que el alimento o la bebida estén en mal estado o muestren signos evidentes de contaminación. El simple aumento de bacterias y virus, que normalmente controlamos con el frío, puede ser suficiente para que nuestro organismo se vea infectado, provocando los síntomas de gastroenteritis en verano.
La Salmonella es una de las principales causas de gastroenteritis en verano. Esta infección se contrae por la ingesta de alimentos que contienen un gran número de estas bacterias, como carne, huevos, leche, frutas o verduras. Un ejemplo clásico es la mayonesa.
Los síntomas principales de la gastroenteritis son la diarrea y los vómitos. También provoca fiebre y malestar durante tres o cuatro días. Es fundamental prestar especial atención a los niños, personas mayores y dependientes, sobre todo si los síntomas se prolongan más de tres días, la fiebre no remite o los signos de deshidratación persisten a pesar de los intentos de recuperar los líquidos perdidos a causa de la diarrea.
Para prevenir la gastroenteritis y la diarrea por calor en verano es fundamental adoptar una serie de hábitos que reduzcan el riesgo de infecciones gastrointestinales.
Mantener una buena higiene personal es esencial; lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, especialmente antes de comer y después de usar el baño, puede evitar la transmisión de bacterias y virus.
La correcta refrigeración de los alimentos y bebidas también juega un papel crucial, ya que las altas temperaturas favorecen la proliferación de microorganismos nocivos. Asegurarse de que los alimentos estén bien cocidos es otra medida preventiva importante, especialmente en el caso de carnes, huevos y otros productos susceptibles a contaminación.
Hidratarse adecuadamente es vital, no solo para prevenir la deshidratación, sino también para mantener el sistema digestivo funcionando correctamente. Beber agua de fuentes seguras y evitar consumir alimentos o bebidas en mal estado es fundamental para evitar la gastroenteritis en verano.
→ ¡Te podría interesar!: La Salud ofrece diagnósticos digestivos con resolución de imagen en 4K.
Además, es recomendable prestar atención a las prácticas seguras de manipulación de alimentos, como no dejar los alimentos cocinados a temperatura ambiente por mucho tiempo y asegurarse de refrigerar las sobras rápidamente.
En el caso de alimentos que tradicionalmente presentan un mayor riesgo, como la mayonesa casera hecha con huevo crudo, es crucial consumirlos rápidamente y mantenerlos siempre refrigerados.
Como ya hemos comentado anteriormente, la incidencia de gastroenteritis y diarrea aumenta durante el verano debido a varios factores.
Las altas temperaturas favorecen el crecimiento y la propagación de bacterias y virus que pueden causar infecciones gastrointestinales. Además, las actividades al aire libre y los viajes suelen llevar a cambios en la dieta y el consumo de alimentos y agua en condiciones menos higiénicas.
Los cambios bruscos de temperatura también pueden afectar el sistema digestivo, provocando diarrea. El cuerpo necesita tiempo para adaptarse a las variaciones térmicas y cuando esto no sucede, el sistema digestivo puede reaccionar negativamente, resultando en episodios de diarrea.
El calor puede producir diarrea. Durante los meses de verano, el calor extremo puede causar deshidratación, lo que a su vez afecta el funcionamiento normal del sistema digestivo y puede derivar en diarrea.
Además, las altas temperaturas favorecen la proliferación de bacterias y virus en los alimentos y el agua, incrementando el riesgo de infecciones gastrointestinales. La exposición prolongada al calor también puede provocar golpes de calor, que, junto con la deshidratación, pueden manifestarse con síntomas como diarrea.
Por lo tanto, es esencial mantenerse bien hidratado, consumir alimentos en buen estado y evitar la exposición excesiva al calor para prevenir estos problemas digestivos.
→ ¡Descúbrelo!: El “agotamiento por calor” puede provocar fatiga, mareos y náuseas.
Los virus estomacales son muy comunes en verano. Prevenir estos virus implica una buena higiene, evitando compartir utensilios y alimentos y asegurándose de que los alimentos estén bien cocinados.
Hay que incrementar la ingesta de líquidos como caldos, sueros, infusiones y evitar alimentos más pesados como legumbres o carnes. También es recomendable hacer reposo y no tomar antibióticos, a no ser que los recete nuestro médico al identificar el origen de la gastroenteritis en una bacteria.
Tampoco es recomendable abusar de los medicamentos prescritos para “cortar” la diarrea, siendo necesario acudir al médico si los síntomas persisten o se incrementan más allá de 48 horas.
Los síntomas de la diarrea por calor pueden incluir evacuaciones frecuentes y líquidas, dolor abdominal, náuseas y, en algunos casos, fiebre. Reconocer estos síntomas a tiempo puede ayudar a tomar medidas rápidas para evitar complicaciones mayores.
→ ¡También te puede interesar este post!: Hinchazón, gases o dolor abdominal, síntomas de la intolerancia a la fructosa.
Algunas señales de una infección gastrointestinal incluyen fiebre alta, vómitos persistentes, sangre en las heces y signos de deshidratación como boca seca, orina oscura y escasa así como mareos. Ante estos síntomas, es crucial buscar atención médica de inmediato.
La fiebre es un síntoma común de la gastroenteritis que indica que el cuerpo está luchando contra una infección. Es importante monitorear la fiebre y tomar medidas para reducirla, como el uso de medicamentos antipiréticos y mantener una hidratación adecuada.
Para tratar la gastroenteritis es fundamental seguir una serie de cuidados y medidas en casa que ayuden a aliviar los síntomas y prevenir complicaciones.
Si bien la mayoría de los casos de gastroenteritis se pueden manejar en casa, es importante estar atentos a los signos de deshidratación severa o síntomas que no mejoran. En estos casos, buscar atención médica es fundamental para recibir el tratamiento adecuado.
La diarrea provocada por el calor se trata, como ya hemos visto, principalmente con reposo, hidratación y dieta adecuada. Sin embargo, si la diarrea es severa, persiste más de unos pocos días o si hay signos de deshidratación, es importante buscar atención médica que nos proporcione tratamientos adicionales y nos asegure que no haya complicaciones graves.
Si habitualmente padeces de diarreas o estreñimiento en verano o tu organismo reacciona fácilmente a los cambios en alimentos y bebidas con vómitos, hinchazón o molestias gastrointestinales, pide cita con nuestros profesionales del Hospital La Salud y te ayudarán a prevenir y cuidar de tu aparato digestivo.