Embarazo de riesgo

Si tu embarazo se considera de alto riesgo tienes que saber que en La Salud estamos preparados para atenderte.

¿Cómo puedes saber si tu embarazo es de riesgo?

    • Si eres mayor de 35 años
    • Si fumas, bebes o consumes drogas
    • Si sufres hipertensión, obesidad, diabetes, alguna enfermedad de tiroides, epilepsia, una cardiopatía, asma o alguna infección
    • Si tienes un embarazo múltiple
    • Si previamente has tenido un parto prematuro

Hay casos en los que el embarazo se complica y genera un riesgo sobrevenido como por ejemplo que la placenta esté en una posición anormal, que el crecimiento fetal sea inferior a lo normal o que tu Rh y el de tu bebé sean incompatibles por ser uno positivo y el otro negativo.

Dependiendo de tu circunstancia, tu ginecólogo/a te recomendará pruebas específicas para hacerte un seguimiento riguroso.

En caso de que durante tu embarazo presentes alguno de los siguientes síntomas, ponte en contacto inmediatamente con tu médico o acude a Urgencias. En la Salud disponemos de ginecólogo/a de guardia los 365 días del año.

    • Sangrado vaginal
    • Calambres en el abdomen
    • Disminución de la actividad de tu feto
    • Hinchazón repentina de cara, manos o dedos
    • Vómitos persistentes
    • Fiebre

Hipertensión en el embarazo o
hipertensión gestacional

El embarazo puede provocar hipertensión, especialmente durante el tercer trimestre, pero no te preocupes, la hipertensión ocasionada por el embarazo generalmente desaparece después del parto. Esta situación se conoce como «hipertensión gestacional».

Otra forma de hipertensión que puede presentarse durante el embarazo se llama «preeclampsia» y se acompaña generalmente de hinchazón y de aumento de proteínas en la orina. Las mujeres que tienen antecedentes de preeclampsia corren el doble de riesgo de sufrir un ataque cerebral, de padecer enfermedades del corazón y de presentar coágulos peligrosos en las venas entre 5 y 15 años después del embarazo.

 

Diabetes gestacional

Cada vez es más común durante los embarazos a causa del retraso en la edad de concepción y a la mayor prevalencia de obesidad.

Consiste en una elevación de los niveles de glucosa que se diagnostica durante la gestación y que, si no se corrige, puede tener efectos perjudiciales para el feto; suele responder a la dieta, pero puede ser necesario el tratamiento con Insulina.


Si la padeces, tienes que saber que suele ser reversible tras el parto, aunque indica una predisposición a desarrollar Diabetes con posterioridad

Tiroides

Durante la gestación hay que vigilar que los niveles de función tiroidea sean adecuados, ya que muchas mujeres tienen alguna alteración leve en la función del tiroides y no son capaces de aumentar la secreción de Tiroxina a los niveles requeridos por la gestación.

Cáncer de mama en el embarazo

Durante el embarazo y debido a los cambios fisiológicos que sufres, la detección de los tumores es más difícil y por ello, muchas veces el diagnóstico se retrasa y se detecta en estadios más avanzados.


Es fundamental por ello que, aunque estés embarazada, no dejes de realizarte la revisión de mama que te corresponda.


La mamografía supone un riesgo mínimo de radiación y de exposición para el feto. Sin embargo, como la densidad de tu glándula mamaria aumenta y hace más difícil la detección de cualquier tumor, es aconsejable realizarse una ecografía de mama que no emite ningún tipo de radiación.


En caso de que se te deba hacer una punción, debes saber que no hay ningún riesgo ni supone ningún problema. En cualquier caso, tu médico te informará y recomendará las pruebas que tienes que realizarte.
Lo que sí debes evitar es la realización de un TAC porque desprende una elevada radiación que puede recibir el feto.

Tratamiento del cáncer
si estás embarazada

El tratamiento dependerá del estadio en el que se encuentre el cáncer, del tamaño, el tipo, la edad del feto.

  • Cirugía: Es el tratamiento más habitual durante el embarazo. La técnica más empleada en estos casos es la mastectomía radical para evitar tener que administrar radioterapia después de la cirugía, ya que supone un riesgo importante para el feto.
  • Quimioterapia: Debería evitarse durante el primer trimestre. A partir de las semana 12 no se han encontrado alteraciones fetales pero sí riesgo de parto prematuro e incluso la posibilidad de pérdida del bebé.

En caso de que te diagnostiquen un cáncer durante la lactancia debes saber que dejar de dar pecho a tu bebé no mejorará tu pronóstico. Solo deberás dejar de dar pecho en el caso de que se te vaya a realizar una cirugía o de que te vayan a administrar quimioterapia.